El Parlament condena el franquismo de forma unánime

PP y Ciutadans votan esta vez a favor de la medida

Ple del Parlament

Ple del Parlament / periodico

ROGER PASCUAL / BARCELONA

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La última vez que el Parlament votó una condena del franquismo los diputados del PP y Ciutadans abandonaron el hemiciclo. Fue un pleno muy tenso, en el que el diputado de la CUP David Fernàndez acusó a ambas fuerzas de manifestarse el 12 de octubre junto a los "xenófobos de Plataforma per Catalunya, los neonazis de Tramuntana y la Falange". Este jueves, dos años y medio después, el Parlament ha vuelto a someter a votación este asunto. Esta vez los diputados del PP y Ciutadans no se han ausentado y han votado junto al resto de grupos una condena unánime de "todas las formas de fascismo, incluídas la dictadura fascista".

"Condenamos el franquismo, un régimen que impidió ejercer la libertad y la democracia", ha asegurado Sergio Sanz, de Ciutadans. Enric Millo, portavoz de los populares, ha pedido que se leyera este apartado de la moción sobre memoria histórica, para que quedara clara su condena. Una postura que se produce menos de una semana después de que el líder del PP en Palafolls, Óscar Bermán, declarara en el diario 'Alerta Digital': “Condenar el franquismo, sin refutación posible, forma parte de uno de los inquebrantables dogmas de nuestro tiempo. Al lado de esta España, la de Franco era la Arcadia feliz”. 

FOSAS COMUNES

La actualización y mejora del mapa de fosas comunes y del censo de desaparecidos; la creación del mapa de sitios de represión en Cataluña; y 

{"zeta-legacy-despiece-vertical":{"title":"Monumento de la discordia","text":"La retirada inmediata de un\u00a0monumento franquista\u00a0en Tortosa\u00a0ha dividido a la\u00a0CUP, ERC y Converg\u00e8ncia.\u00a0Los anticapitalistas\u00a0instaban\u00a0al ayuntamiento de Tortosa a retirar un monumento conmemorativa de la batalla del Ebro sin consulta ni dilaci\u00f3n. Al final la moci\u00f3n ha prosperado por un solo voto, evidenciando la clara divisi\u00f3n en esta materia entre las fuerzas independentistas.\u00a0Oriol Junqueras, Marta Rovira, Anna Sim\u00f3\u00a0y otros diputados republicanos se han abstenido mientras que los convergentes, con\u00a0Carles Puigdemontal frente, han votado en\u00a0contra de la retirada inmediata.\u00a0Los votos de independendientes como la\u00a0presidenta del Parlament,\u00a0Carme Forcadell, el 'conseller'\u00a0Ra\u00fcl Romeva\u00a0y\u00a0Llu\u00eds Llach\u00a0han decantado la balanza en favor de la petici\u00f3n\u00a0de la CUP."}}

el reforzamiento del Memorial Democrático como institución son otros de los puntos que han sido también aprobados por unanimidad. Sí que es Pot ha retirado sus enmiendas para demostrar su tender puentes con la CUP.  

Las fosas comunes sigue siendo un asunto por resolver. Todo el mundo entiende el dolor de la familia de Marta del Castillo. La importancia que tiene para sus padres encontrar el cuerpo de su hija asesinada para poder cerrar el duelo. Pero no todo el mundo comprende que los familiares de las víctimas de la Guerra Civil quieran enterrar también a sus muertos para que los vivos descansen en paz.

Las connotaciones políticas del conflicto siguen, 80 años después, condicionando el debate sobre estos temas. Y provocan que España siga siendo el segundo país del mundo, solo superado por Camboya, con más fosas comunes por abrir. A Roger Heredia le hierve la sangre cuando escucha declaraciones como las de Pablo Casado, portavoz del PP (“No puede estar de moda ser de izquierdas, son unos carcas que están todo el día con la guerra del abuelo, con las fosas de no sé quién, con la memoria histórica...”) o de Rafael Hernando, el portavoz popular en el Congreso ("Algunos se han acordado de su padre enterrado solo cuando había subvenciones").

“Es indignante, vergonzoso, no se puede decir de otra manera porque no conocen la situación del segundo país con más fosas comunes tras Camboya. ¿Cómo pueden decir eso si desde hace cinco años no dan ni un euro para esto, pero si para repatriar soldados de la División Azul?”, clama. Su bisabuelo Jaume murió en la batalla del Ebro hace 80 años. Por eso este mosso d’Esquadra tuvo la idea de crear un banco de ADN, una moción que fue aprobada en el 2013 por el Parlament. En la actualidad cuenta con muestras de 100 familias y el compromiso de 45 ayuntamientos, dos diputaciones y tres consejos comarcales. Pese a eso, lamenta el nulo apoyo recibido por la Generalitat y que haya tenido que ser la jueza argentina Servini la que iniciara el pasado 29 de enero el trámite legal para reclamar al Govern la comparativa de las muestras del banco de ADN con las de las los restos exhumados en Catalunya. "Hasta ahora no ha habido un apoyo político a los familiares". Tanto él como el resto de familiares esperan que la moción del Parlament, que impulsa el proyecto de identificación genética de desaparecidos en la Guerra Civil y la dictadura franquista, contribuya a ayudar a todas estas familias a cerrar el duelo.