Aprobada la ley de consultas que busca dar amparo al 9-N

FIDEL MASREAL / Barcelona

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El Parlament ha aprobado esta tarde la ley de consultas populares no referendarias, la que usarán los grupos partidarios de la consulta soberanista para convocar a los catalanes el 9-N para preguntar sobre la independencia de Catalunya. La ley permite a las instituciones, grupos parlamentarios y ciudadanos (mediante la recogida de 75.000 firmas, en el caso de las consultas en ámbito catalán) convocar estas consultas, y regula su organización, y las garantías democráticas para su celebración sobre cuestiones en el ámbito de competencias catalanas o locales. También fija otros mecanismos de participación como foros o encuestas.

El texto legal ha contado con los votos de CiU, ERC, PSC, ICV-EUiA y la CUP y el rechazo del PP y Ciutadans. En total 106 votos a favor y 28 en contra. Las enmiendas planteadas por ICV-EUiA, PSC, PP y Ciutadans han sido rechazadas.

Josep Rull, ponente de CiU en la ley, ha argumentado que la norma profundiza en los mecanismos democráticos y ha entrado a fondo en la constula del 9-N para subrayar que cabe en la Constitución y el Estatut, pero que "los discursos del Madrid político son el miedo, la suspensión de la autonomía, la reunión de fiscales en la misma semana en la que el Parlament hace un ejercicio democrático, la ley de consultas". Rull ha defendido los principios de legalidad, legitimidad y democracia. "Si un pueblo insiste en decir que quiere la independencia, lo sensato es saber la solidez de esta voluntad, esta es una actitud inteligente", ha añadido. El diputado convergente ha defendido la transversalidad social de la defensa del 9-N. "La pugna central no es ya el derecho a decidir sino a expresarnos como una sociedad diferenciada, una nación, un sujeto politico. No pediremos permiso ni perdón", ha subrayado el diputado nacionalista. “Una inmensa mayoría de catalanes ha decidido que ha llegado la hora de la democracia y de la libertad y por eso somos, seremos, imparables”, ha asegurado.

Gemma Calvet, diputada del grupo de ERC, ha defendido la plena constitucionalidad de la ley de consultas y ha reivindicado que "la Constitución sea una herramienta al servicio de la democracia, nunca una calle sin salida".

La diputada de ICV-EUiA, Dolors Camats, ha defendido la ley como un instrumento de profundización democrática. Y se ha referido al caso escocés para subrayar que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, "ha quedado en evidencia" con su rechazo a la consulta catalana. "Si la política no ofrece al ciudadano caminos de incidencia real, la ciudadanía los toma, los construye", ha advertido, en un discurso crítico con el sistema democrático actual que ha definido como "vertical, de arriba abajo".

Quim Arrufat, diputado de la CUP, ha defendido la ley para salvar la diferencia entre los ciudadanos y las instituciones y ha cargado contra el rechazo estatal contra el 9-N. "Usan la democracia como un tocho para lanzarlo contar quienes queremos votar, decidir, hablar. Poner por delante el estado de derecho por encima del derecho de la gente a ser escuchada es hacer trampa y hacer un flaco favor a la democracia", ha afirmado.

Por su parte, el PSC ha matizado en todo momento que si voto a favor de la ley no equivale a apoyar la convocatoria de la consulta del 9-N. El socialista Ferran Pedret, ha afirmado que su apoyo "no es un aval a la consulta del 9 de noviembre y menos a la manera como el llamado proceso se ha conducido, de forma torpe y contraproducente, porque esta manera dificulta, si no impide, una solución política específica y pactada, respecto a la situación que vive Catalunya". Pedret ha defendido el papel de "puente" del PSC para resolver el conflicto soberanista de forma dialogada y ha invitado a invertir tiempo en ello.

PP y Ciutadans, a la carga

El diputado del PP Santi Rodriguez ha argumentado el voto en contra de la ley no por el texto en sí mismo sino por el uso concreto que se quiere darle para dar cobertura al 9-N. "Con esta ley no se pueden formular estas preguntas sobre la independencia de Catalunya que ustedes pretenden preguntar. El objetivo de la ley es hacer un referendo que no es competencia de la Generalitat", ha argumentado Rodriguez en la presentación de las enmiendas de su partido. "El Govern no es nadie para preguntar a los catalanes sobre la independencia de Catalunya del resto de España", ha espetado. En una intervención llena de sarcasmos y en la que ha elevado el tono en más de una ocasión, Rodriguez ha hecho suya la frase de que los socialistas son "el tonto útil" de los nacionalistas. "Déjense de puñetas y voten que no", ha pedido al PSC. "En democracia las leyes se cambian votando, no desobedeciendo".

Albert Rivera, de Ciutadans, cuyo grupo no ha participado en la ponencia de elaboración de la ley, ha argumentado el rechazo a la ley en su uso para la consulta del 9-N. "Es la ley de un referendo separatista", ha afirmado, argumentando que no se trata de un debate jurídico sino un debate sobre quien "quiere romper un país". Rivera ha acabado su discurso contra "los nacionalismos y populismos" afirmando que "el mal ya está hecho" en términos, ha afirmado, de las "heridas entre catalanes" que, según él, ha abierto el proceso soberanista.

A la sesión, seguida a las puertas del Parlament por una movilización de la Assemblea Nacional Catalana, han asistido numerosas autoridades políticas, como los expresidentes del Parlament, Joan Rigol y Ernest Benach, y dirigentes sindicales, de la Assemblea Nacional Catalana y Òmnium Cultural, entre otros.