DEBATE EN LOS PASILLOS DEL CONGRESO

Los pagos a Trillo y Pujalte reabren el debate sobre la exclusividad

PILAR SANTOS / MADRID

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Los pagos que recibieron el exdiputado del PP y actual embajador en LondresFederico Trillo, y el portavoz de Economía conservador, Vicente Martínez-Pujalte, del Grupo Collosa durante la legislatura pasada han reabierto el debate sobre si los parlamentarios deben tener dedicación exclusiva a su trabajo legislativo. Trillo y Pujalte realizaron trabajos de asesoría para la constructora vallisoletana Grupo Collosa, una empresa que se dedica casi en exclusiva a desarrollar obra pública. El primero cobró un total de 345.000 euros y el segundo, 203.042 euros por unos consejos de los que no ha quedado ninguna prueba escrita, ya que se hicieron de viva voz, según han explicado ambos. Los dos políticos del PP han reconocido que estos datos son ciertos después de que 'El País' se hiciera eco de ellos por una investigación de Hacienda sobre un presunto pago de comisiones para facilitar la instalación de parques eólicos en la comunidad de Castilla y León.

El portavoz de los conservadores en el Congreso, Rafael Hernando, considera que el régimen de incompatibilidades del Parlamento español es de los más duros de Europa y debería ser "más flexible" para que los diputados puedan compaginar su actividad en la Cámara con otras actividades privadas. Hernando considera que es "compatible" ser diputado y desarrollar actividades privadas "siempre" que no se incurra en actividades delictivas como tráfico de influencias, cohecho o prevaricación. A su juicio, es "bueno" para la política pensar que alguien que entra en un partido no tiene que "renunciar a su vida anterior o futura por el hecho de ser diputado".

"ESTRUCTURA CORRUPTA"

No lo ven igual ni el PSOE ni IU. Los socialistas defendieron la necesidad de endurecer el régimen de incompatibilidad de los diputados y senadores para evitar el comportamiento "indigno" de dirigentes del PP que "confunden lo público y lo privado". También Alberto Garzón, candidato de IU a la Moncloa, defendió esta idea y consideró que los casos de Trillo y Pujalte no son simples "manzanas podridas" sino que forman parte de "una estructura que está corrupta".

El presidente del Congreso, Jesús Posada, confesó que él preferiría que "el diputado se dedicara a su labor", pero añadió que, tras los recortes en los sueldos públicos de los últimos años, puede entender que algunos diputados "complementen" sus ingresos cobrando del sector privado.

Cuando un parlamentario quiere trabajar para una empresa privada debe pedir permiso a la Comisión del Estatuto del Diputado, compuesta por representantes de todos los grupos parlamentarios. La norma principal es que no reciban una remuneración procedente de fondos públicos y que su labor no tenga que ver con un área que tenga contactos con el sector público.