EL PULSO INDEPENDENTISTA

El pacto por el referéndum se salvó sobre la bocina

Una llamada a un cuarto de hora del límite evitó que saltara por los aires el acuerdo entre Sí que es Pot y Junts pel Sí

Rabell y Puigdemont, en el Palau de la Generalitat, ayer.

Rabell y Puigdemont, en el Palau de la Generalitat, ayer.

FIDEL MASREAL / XABI BARRENA / ROGER PASCUAL / BARCELONA

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La apuesta del referéndum consensuado de Catalunya Sí que es Potreferéndum consensuadoCatalunya Sí que es Pot, que tumbó Junts pel Sí el 9-N, acabó siendo más votada que la del referéndum unilateral. Los 73 diputados de la coalición de Govern se sumaron a los de la izquierda alternativa en una votación símbolo del acercamiento que buscan el mundo de los 'comuns' y el de Junts pel Sí. Pero el acuerdo, tejido con mimo durante semanas, estuvo a punto de saltar por los aires en el último momento.

Retrocedamos en el tiempo. En pleno lío de la coalición de la izquierda alternativaLluís Rabell se cita con Carles Puigdemont. Y en aquel encuentro el 'president' desliza su disposición a apoyar una resolución con la música que Junts pel Sí rechazó el 9-N si la letra cambia un poco. A partir de allí se empieza a trabajar para llegar a una aproximación que ambos ansían por motivos estratégicos: unos saben que para pasar del 48% necesitan atraer al mundo de los 'comuns', mientras estos quieren dejar de estar encasillados en el bando del 'no' . Se evita la etiqueta "pactado", dando un circunloquio, diciendo que se busca apoyo internacional a la consulta y reclamando impulsar iniciativas políticas y parlamentarias frente al Estado para hacerlo. 

"El punto de partida inicial fue el de no poner adjetivos al referéndum; si era pactado, unilateral... Rehuir eso, dotarlo de contenido. Y eso es lo que hizo posible el acuerdo. No fue fácil. Evitar la palabrita fue la clave", explican fuentes parlamentarias. El tema era cómo hacer encajar esta propuesta de resolución con la que Junts pel Sí también estaba acordando con la CUP. Después de dos semanas y media de negociaciones y de varias reuniones entre Puigdemont, Rabell, la portavoz del Ejecutivo, Neus Munté, y Joan Coscubiela, el miércoles por la mañana parece haberse alcanzado un acuerdo en el texto.

EL VERBO DE LA DISCORDIA

Pero, tras el pleno del Parlament, y mientras se acerca la hora límite de entrega de las propuestas de resolución algo se tuerce. Se convoca una reunión de urgencia entre el 'president', el 'vicepresident' Oriol Junqueras, el 'conseller' Raül Romeva, Munté y Turull y Marta Rovira (el presidente y la portavoz de Junts pel Sí). Se quiere hacer un cambio de última hora en el redactado, en la parte referente al reconocimiento internacional. Con el móvil de Munté, Turull y Junqueras hablan con Coscubiela y se termina aceptando cambiar el verbo de la discordia: en lugar de "contar" con el reconocimiento internacional se aceptar dejarlo en "buscar" este reconocimiento cuando solo quedaba un cuarto de hora para el cierre del plazo para entregar las propuestas.