Pablo Iglesias negociará con el PSOE "más sensato" contra la gran coalición

Podemos explorará un pacto para que no le acusen de 'torpedear' un Gobierno alternativo al PP con la defensa del referéndum

Pablo Iglesias atiende a la prensa a su llegada al consejo ciudadano estatal, en Madrid.

Pablo Iglesias atiende a la prensa a su llegada al consejo ciudadano estatal, en Madrid. / periodico

IOLANDA MÁRMOL / MADRID

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Podemos maniobra para no ser encajonado como el partido que bloquea una alternativa al Gobierno del PP por su empeño en defender el referéndum en Catalunya. Pablo Iglesias dibujó este domingo ante el consejo ciudadano estatal los próximos movimientos en el tablero de las negociaciones y trató de redoblar la presión sobre Pedro Sánchez al apelar al sector del PSOE "más sensato" a que asuma que la consulta no es un invento de Podemos, sino una reivindicación por la que llegaron a apostar en su día los socialistas catalanes.

La argumentación de Iglesias deja clara la inquietud por que las críticas de algunas voces del PSOE logren arrinconarlos como partido radical con el que no se puede llegar a acuerdos por sus posiciones maximalistas respecto al derecho a decidir. En el informe político que expuso el secretario general subyacía este temor y la determinación de mover ficha para no ser encasillado en el marco perdedor de 'bloqueador' de pactos.

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Con esa estrategia, Iglesias explicó a los 80 miembros del consejo ciudadano que la responsabilidad de Estado pasa por tender la mano al sector del socialismo dispuesto a un entendimiento, aquel que comprende la plurinacionalidad y que en 2012 llegó a defender la necesidad de una consulta legal. "¿Que nosotros defendemos el referéndum? Claro, pero no lo hemos inventado nosotros, lo inventó antes el PSOE, que defendió fórmulas de consulta pactada en Catalunya", recordó. 

Tras insistir en que el giro de rumbo del PSOE respecto al derecho a decidir responde a las presiones de los barones, el líder podemista hurgó en las discrepancias internas y apostó por intentar acuerdos con el sector menos "inmovilista".  "Hay dos 'PSOES'. Uno que está con el PP y otro que quiere avanzar", simplificó, y apeló "a los que por desgracia no dejan abrir la boca digan de qué lado están". No nombró a Pedro Sánchez, que este sábado volvió a abogar en público por un pacto con Podemos, pero el mensaje fue cristalino.

LUZ Y TAQUÍGRAFOS

La mano tendida es real, pero no necesariamente verosímil. La dirección de Podemos es consciente de que Sánchez tiene prácticamente las manos atadas para negociar con ellos, tras la celebración del comité federal, en el que los barones, con Susana Díaz a la cabeza, lograron imponer sus líneas rojas a un pacto con los de Iglesias: el referéndum no se negocia.

Aun con esas dificultades, el líder explicó a sus tropas que explorará a posibilidad de un acuerdo con el PSOE para que el PP no gobierne y poder revertir legislación aprobada por Mariano Rajoy como la reforma laboral o la ley mordaza. Les aseguró que estas conversaciones se realizarán con "luz y taquígrafos" asumiendo de forma implícita que todavía no habían comenzado.  Voces de dirigentes socialistas han expresado su confianza en que el diálogo "va a ir muy bien". Sin embargo, tras escuchar a Iglesias Susana Díaz le acusó de "hacer el juego al PP", en un comentario en su cuenta de Twitter.

Desde la ejecutiva podemista solo se ha informado de la conversación que mantuvieron Iglesias y Sánchez en Nochebuena, que el secretario general de la fuerza morada calificó como "altamente decepcionante". El salto de ese pesimismo negociador a la actitud de disposición exhibida este domingo resulta oficialmente una incógnita. 

LOS TRES ESCENARIOS

Iglesias resumió los tres escenarios del mapa postelectoral. En primer lugar, una gran coalición -PP, PSOE, Ciudadanos. En segundo término, un "Gobierno alternativo al PP" -PSOE, Podemos y otros- que tendría que asumir "las claves de la nueva transición", léase ley de emergencia social y referéndum. Finalmente, Iglesias no descarta nuevas elecciones, que dice no desear, pero en las que cree que obtendría un gran resultado. Ni una sola mención, en su intervención en abierto, a su propuesta de buscar un presidente independiente. 

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