Oriol Pujol, un soberanista sin complejos

El joven de 37 años, quinto hijo del 'expresident' , que en el 2003 debutaba como diputado en el Parlament, es hoy secretario general de CDC --sustituyó en el cargo a Artur Mas hace ahora casi un año-- y presidente del grupo de CiU en el Parlament. Estos últimos meses han sido convulsos para Oriol Pujol Ferrusola por su presunta implicación en el llamado 'caso ITV', la trama para amañar un concurso para la adjudicación de estaciones de ITV. El dirigente, que niega las acusaciones, insinuó el pasado 8 de febrero su renuncia si se confirmaba la imputación.  

Integrante destacado de llamado 'pinyol,' núcleo duro del partido que a principios de la pasada década propulsó a Mas como sucesor de Jordi Pujol al frente de CiU, Oriol Pujol personifica la nueva generación de dirigentes que se declararan abiertamente independentistas.

Nacido en Barcelona en 1966, casado y con tres hijos, licenciado en Veterinaria y máster en dirección y administración de empresas por el IESE, Pujol no duda en atribuirse parte del mérito de haber arrastrado a su padre hacia posiciones netamente soberanistas.

Oriol Pujol se integró en el Govern como director general de Asuntos Interdepertamentales del departament de la Presidència, entre 1996 y 1999, en el penúltimo mandato de Jordi Pujol.

Militante desde 1993

Tras un paso fugaz por el Ayuntamiento de Barcelona como edil entre 1999 y el 2000, asumió la secretaría general del departamento de Trabajo, Industria, Comercio y Turismo entre el 2000 y el 2003.

Militante de Convergència desde 1993, fue elegido diputado del Parlament en las elecciones del 2003, las primeras en las que Mas se presentaba como cabeza de lista de CiU.

Desde entonces, y al abrigo del liderazgo de Mas, la promoción interna de Oriol Pujol fue meteórica: del 2004 al 2007 fue secretario ejecutivo de estudios y programas de CDC, desde el 2007 se convirtió en portavoz parlamentario de CiU sustituyendo a Felip Puig y en el 2010 dio el salto a la presidencia del grupo parlamentario y relevó de nuevo a Puig, esta vez como secretario general adjunto de Convergència.

Este último cargo, que mantuvo hasta el congreso del pasado marzo, es el que le situó como el elegido por Mas para tomar las riendas del partido como secretario general.