TENSIONES EN EL FRENTE SOBERANISTA

La oposición ve en los avisos del 'president' un chantaje a ERC

JOSE RICO / BARCELONA

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Puro teatro. Así interpretan los partidos de la oposición la última crisis matrimonial entre el presidente de la Generalitat, Artur Mas, y su socio de gobernabilidad, Oriol Junqueras. No se creen que el jefe del Ejecutivo catalán vaya a faltar a su palabra de convocar las elecciones para el 27 de septiembre y circunscriben su regañina a ERC a una estrategia de presión para intentar obtener su lealtad máxima pasadas las elecciones municipales. Solo el PPC, con una argumentación bastante forzada, apostó por que no habrá comicios, algo que, en realidad, aplaudirían la mayoría de grupos teniendo en cuenta los vaticinios de las encuestas.

El PSC es uno de esos grupos, pero su primer secretario, Miquel Iceta, no mostró temor alguno de tener que enfrentarse a las urnas y subrayó que la palabra de un 'president' debe «mantenerse y respetarse», por lo que deben haber elecciones en la fecha anunciada. «Quiere meter presión a Esquerra», concluyó el líder socialista tras darle la razón a Junqueras en el sentido de que los compromisos deben cumplirse, y reprochar a Mas que la actual situación de inestabilidad parlamentaria que vive CiU es fruto del «callejón sin salida» en el que introdujo a Catalunya al formar gobierno sin «tener las cosas bien ligadas» con su socio.

El líder de ICV-EUiA, Joan Herrera, prefirió poner el foco sobre los republicanos para acusarles de nuevo de actuar como comparsa de las políticas de CiU. El coordinador ecosocialista definió a Catalunya como un país «atípico» porque en ningún otro lugar «un presidente supedita la convocatoria electoral a avalar los recortes y las privatizaciones». «Catalunya no puede aceptar chantajes como este, y menos por parte del 'president'. Esperamos que ERC tampoco lo acepte», reclamó Herrera.

«DESAVENENCIAS DE PAREJA»

La ironía fue el recurso de la presidenta del PPC, Alicia Sánchez-Camacho, quien enmarcó la invectiva de Mas contra el partido de Junqueras en unas «desavenencias de pareja». Según la líder popular, CiU prepara el terreno para justificar un aplazamiento electoral. «Estoy convencida de que no habrá elecciones. Mas está dando los primeros pasos para sembrar dudas. Y empieza a culpar a ERC, siguiendo un guion ya escrito. CiU siempre hace culpables a los otros», recriminó.

Con unos sondeos más que benignos en la mano, el presidente de Ciutadans, Albert Rivera, exigió al líder de Convergència que deje de pensar en su «supervivencia política» y convoque el 27-S para poder escoger «un nuevo Govern para todos los catalanes». A su juicio, a Mas le empiezan a «temblar las piernas» por las encuestas y por la 'comisión Pujol', que hace «aflorar la corrupción de CiU».

Por su lado, la secretaria general de Podem, Gemma Ubasart, exigió al 'president', que deje de «jugar» con los catalanes a partir de «cálculos partidistas» y convoque el 27-S.