Operación de salvamento

GEMMA ROBLES / MADRID

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La número dos del PP, María Dolores de Cospedal, convocó ayer en Madrid a sus vicesecretarios generales; al jefe de gabinete del presidente, Jorge Moragas, y a los portavoces parlamentarios populares en todas las autonomías en torno a un asunto, la crisis soberanista en Catalunya, y a un objetivo: insuflar algo de oxígeno político a la organización territorial que dirige Alícia Sánchez-Camacho, que a tenor de los sondeos no está pasando por el mejor de los momentos. De paso, se pretende frenar el aluvión de críticas internas que ha recibido Mariano Rajoy y su equipo más cercano por la gestión del 9-N.

Fue precisamente Sánchez-Camacho la elegida para protagonizar una rueda de prensa al término de una reunión que, según su versión, buscaba fundamentalmente unificar mensajes e iniciativas que versen sobre Catalunya -ella pidió a sus compañeros que cualquier asunto de estas características pase por sus manos- y compartir ideas. De hecho, la dirigente catalana anunció que pedirá a comunidades gobernadas por el PP que le pongan al día de algunas de sus políticas o proyectos más exitosos para tratar de imitarlos en Catalunya a través de iniciativas parlamentarias (esto en caso de que Artur Mas prolongue la legislatura, claro).

'No' a la invitación de Mas

Pero no es casualidad que, aprovechando esta comparecencia pública, Sánchez-Camacho incidiese en lo «bien» que ha actuado Rajoy, su jefe, ante la convocatoria del 9 de noviembre. Una tesis que, por cierto, también repetían algunos de los presentes en esta cita organizada por Cospedal cuando se les preguntaba a posteriori por el contenido de la reunión.

«El presidente del Gobierno lo ha hecho muy bien, pese a la deslealtad de Artur Mas. Él [por Rajoy], no se ha olvidado de los catalanes. Al contrario. Ha ejercido como verdadero presidente de los catalanes mientras Mas ponía palos en la rueda», apuntó ayer Sánchez-Camacho.

Casi al mismo tiempo que la dirigente del PP catalán pronunciaba este discurso, la secretaria general, Dolores de Cospedal, estaba concediendo una entrevista a 13 TV en la que trataba de lanzar un mensaje similar para su electorado más conservador, que ha sido el más crítico con la supuesta tibieza del presidente: «El Gobierno ha actuado como debía en el fondo y en la forma [...] La Generalitat ha incumplido la ley y ahora lo que hace el Ejecutivo es poner a funcionar los instrumentos del Estado para que digan lo que tengan que decir [...] Algunos habrían querido actuaciones más contundentes y visibles, entre ellos los propios independentistas porque iría a favor de sus intereses. Se puede ser contundente con mesura en las formas».

Cospedal y la presidenta del PPC también coincidieron en aplaudir la actuación de la fiscalía general contra Mas y en desdeñar la propuesta de la Generalitat de que Rajoy se reúna el día 29 en Barcelona con el president, aprovechando que acude allí para participar en un acto de partido. Ambas demostraron asimismo el interés por introducir el debate sobre la economía en Catalunya para restar espacio al soberanista, que les perjudica más.