JUICIO EN LA AUDIENCIA NACIONAL

El 'número 2' de la Gürtel declara que perjudicó la relación de Correa con el PP

Gürtel Correa

Gürtel Correa / periodico

ÁNGELES VÁZQUEZ / MADRID

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El ‘número dos’ de la trama GürtelPablo Crespo, insistió hoy ante el tribunal de la Audiencia Nacional que juzga el caso que su incorporación en 2002 a la dirección de las empresas de Francisco Correa fue perjudicial para la relación que el grupo mantenía con el PP, por su cercanía con "una persona fallecida", en referencia a Xosé Cuiña, y la relación que este mantenía con el PP nacional que ha dejado entrever que era mala.

En su primera versión, Correa señaló que dejaron de hacer eventos para el partido cuando Mariano Rajoy asumió la presidencia, por "la falta de química" que este tenía con Crespo. Al día siguiente el principal acusado rectificó y dijo que se debía a la contratación de Antonio Cámara, persona de confianza de José María Aznar y que se llevaba mal con mucha gente del partido. Hoy Crespo ha afirmado que creía que su "presencia perjudicó a Special Events, aunque Correa siempre le ha quitado importancia a eso".

Según el lugarteniente de Correa, sus empresas obtenían los contratos del PP para las campañas electorales "gracias a las innovaciones de Álvaro Pérez y a que siempre eran las más baratas". Así negó haber entregado "un céntimo" al extesorero del PP Luis Bárcenas para lograr hacer los actos del partido.

EMPLEADOS

Crespo, que destacó que esta empresa era "la primera, si no la segunda de España" en la organización de eventos, reforzó la exculpación de los empleados de Correa que este mismo esgrimió en su turno de declaración. De Álvaro Pérez, ‘el Bigotes’, Crespo aseguró que  "era tan bueno en el ámbito creativo como desastre en lo económico". “Sería capaz de arruinar una mina de oro en explotación”, porque "no tenía límite para gastar", aseveró. En su opinión, el que Special Events fuera pionera se debía precisamente a Pérez, que “es un artista en el sentido de que es una persona creativa; tiene grandes ideas a nivel de creatividad. La logística no era lo suyo pero lo suplía con su personalidad creativa”.

En cuanto a José Luis Izquierdo, al que se intervino el ‘pendrive’ con la contabilidad real del entramado empresarial de Correa, Crespo, en la línea que mantuvo el principal acusado, aseguró que “no tiene ni bachillerato, no tiene ni idea de contabilidad, para eso había otra persona en la empresa”.

Aseguró que, “por ubicarlo jerárquicamente” era “el último escalón, la base, no había nadie por debajo de él, recogía el correo, iba a bancos, atendía las cuestiones personales del señor Correa”. Más adelante sobre Alicia Mínguez dijo que “era la ayudante del último escalón” que sería Izquierdo.

Por su parte, la defensa de Felisa Isabel Jordán, administradora de las empresas en varios municipios madrileños, trató de demostrar que informaba puntualmente a Crespo de la contabilidad de la trama. Según Crespo, Jordán era “una magnífica profesional” en la organización de eventos y las relaciones públicas. Correa ya destacó que descubrieron que cargó gastos personales en las empresas que administraba.

ESCUCHAS ILEGALES

A preguntas de su abogado, Miguel Durán, Crespo relató las duras condiciones en las que declaró ante el juez Baltasar Garzón tras pasar 72 horas detenidos e hizo hincapié en que con su primer abogado que fue imputado en el caso habló de "todo, de estrategias de defensa, de sociedades patrimoniales, de sociedades, de trabajadores".

Aseguró que como tanto él como Correa estaban aislados, ya que se les incluyó en el Fichero de Internos de Especial Seguimiento (FIES) la única comunicación que tenían con el exterior era a través del letrado. Estas conversaciones fueron anuladas por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid y después le costaron la carrera judicial a Garzón.