Nostalgia de Pere Duran

Fue un referente del empresariado pragmático que en tiempos de contradicciones impulsaron la modernización de Catalunya

JOAN TAPIA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El pasado miércoles, lleno a rebosar en el Cercle d'Economia. La fundación del Cercle organizó un homenaje a Pere Duran Farell. Y su poder de convocatoria sorprendió a los organizadores y a la familia. Su viuda, Montserrat Vall-Llosera, me recordó que su marido había muerto hace ya 16 años y el director general del Cercle, Jordi Alberich, apuntó a la nostalgia por un empresario que encabezó muchas y diferentes iniciativas y proyectos.

En el acto participaron Pere Fàbregas, autor de una biografía publicada por la nueva colección sobre empresarios catalanes lanzada por Foment y Ricardo Rodrigo (RBA); el expresidente y uno de los "cuatro mosqueteros" que fundaron el Cercle, Joan Mas Cantí; el presidente de la fundación del Cercle, y también expresidente de la entidad, Carles Cuatrecasas; el actual presidente de Enagas, Antoni Llardén, que trabajó como joven ingeniero en Catalana de Gas, y el actual director general de la Fundació La Caixa, Jaume Giró, que colaboró con Duran en Gas Natural. Cerró el presidente del Cercle, Anton Costas, que puso de relieve la vocación industrialista de Duran. Y en la segunda fila estaban Miquel Roca y Narcís Serra, que mucho antes de sus carreras políticas trabajaron para Duran en el non nato plan de la Ribera que luego fue la Villa Olímpica.

¿Hay en la Catalunya actual --algo fatigada por la lucha política-- nostalgia por empresarios de fuerte personalidad, pragmatismo militante y cuya acción trascendía el estricto ámbito económico? Quizás, pero lo innegable es que Duran Farell es un referente de los hombres de aquella sociedad que, desde mediados de los 50 hasta la consolidación de la democracia (e incluso después), intentaron, en medio de dificultades y contradicciones, modernizar Catalunya.

Pere Duran (nacido en 1921) se hizo ingeniero de caminos, canales y puertos --entonces quizás el granero principal de los altos funcionarios de un régimen que logró sobrevivir a la victoria aliada del 45-- en el Madrid de la postguerra. Pero a Duran aquello no le llamaba y decidió dedicarse al sector privado. Entró en el industrial Banco Urquijo, de larga trayectoria, que tenía fuerte presencia en Catalunya. De allí pasó a Hidroelèctrica de Catalunya, empresa de la que acabó tomando las riendas, y después fue llamado también por Eusebio Bertrand Mata para reconvertir la tradicional Catalana de Gas y Electricidad (también participada por el Urquijo).

Y desde las dos presidencias proyectó futuro y ambición para el tejido económico catalán. Impulsó tanto la incipiente energía nuclear (fue el gran impulsor de Vandellós I, la primera central nuclear española) como la creación de Gas Natural, fundada para importar gas licuado de Libia y de Argelia. Luego fue consejero del Urquijo y del Hispano-Americano (dos grandes bancos que acabaron integrados en el actual Santander) y también presidente --ya en misión salvadora en los 60-- de La Maquinista Terrestre y Marítima (la actual Alsthom).

En su carrera influyó mucho su gran capacidad para generar complicidades. Y fue clave la amistad entablada con Gregorio López Bravo, un modernizador del equipo de ministros del Opus. Ahí está la inauguración de la planta regasificadora de gas de Barcelona con la presidencia del general Franco. Pero luego la parcial vuelta al poder en el INI de los falangistas (García Hernández y Luis Valero Bermejo) llevó a una dura batalla que acabó con aquella etapa de Gas Natural. Aquel conflicto y las posteriores dificultades de la Corporación Industrial Catalana dejaron cicatrices.

Pero Duran -como lo definió Antoni Llardén- era un luchador incansable y más tarde, ya con la democracia y apoyado por la presencia accionarial de La Caixa y la fluidez de sus relaciones con Jordi Pujol y Felipe González (compartían la pasión por los bonsáis), fue el hombre clave y el presidente del nuevo Gas Natural, la empresa resultante de la nada fácil fusión de Catalana y Gas Madrid, que hoy es una de las grandes empresas catalanas del Ibex-35 y con una gran expansión internacional.