CONSECUENCIAs DE LA ÚLTIMA REFORMA DE LA ley electoral

La necesidad de avales frena a los partidos nuevos y minoritarios

Juantxo López de Uralde, líder de Equo, e Inés Sabanés, también dirigente de este partido, el pasado lunes.

Juantxo López de Uralde, líder de Equo, e Inés Sabanés, también dirigente de este partido, el pasado lunes.

PATRICIA MARTÍN
MADRID

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Paradójicamente, en las próximas elecciones, las primeras generales bajo el prisma del 15-M y su petición de más democracia, habrá menos opciones entre las que poder elegir. Partidos sin representación parlamentaria pero que llevan años en el tablero electoral, como UCD o Los Verdes, así como grupos de nueva creación, como Equo, liderado por el exdirector de Greenpeace Juantxo López de Uralde, tienen que recoger miles de avales, 35.000 en total, si quieren presentarse en todo el Estado. Esta exigencia dificulta bastante su presencia en las próximas elecciones del 20-N.

La última reforma de la ley electoral (que contó con el apoyo de PSOE, PP, PNV y CiU) obliga por primera vez a las fuerzas sin representación a recoger las firmas del 0,1% del electorado de la circunscripción en la que se quieran presentar. Dicha exigencia ha pasado desapercibida hasta que, a menos de tres meses de las elecciones, los extraparlamentarios han lanzado la voz de alarma contra una reforma que tachan de «antidemocrática» e «injusta» porque cercena sus posibilidades. Hace tres años se presentaron 95 candidaturas y con este requisito, vaticinan los minoritarios, solo concurrirán «los de siempre y tres o cuatro más».

PRIMEROS PASOS / A la espera de que la Junta Electoral Central especifique cómo se tienen que demostrar los avales, Pirates de Catalunya ha montado el portal yoavalo.org, que recoge firmas virtuales para avanzar el trabajo que les queda por delante. Ya ha cosechado 17.000, repartidas entre los 31 partidos que aprovechan esta web para tomar contacto con los futuros avalistas.

Por otro lado, ha surgido la plataforma Hartos.org, que en tres semanas ha logrado aglutinar a 17 partidos, a los que se pueden sumar otros 30 que están en proceso de adhesión. Formaciones de ideario muy diferente como el Partido Carlista, Los Verdes y el Partido de Internet han preferido aparcar su programa para formar una coalición que tenga capacidad de recoger los avales. Julián de Fabián, fundador de Ciudadanos en Blanco y coordinador de Hartos.org, explica que el ideario de cada agrupación queda en segundo lugar ante el «golpe de estado civil que han cometido los partidos grandes». «Hemos unido nuestras fuerzas para denunciar la grave situación y actuar ante los tribunales», explica. «¿Qué diferencia hay entre el régimen venezolano y este en el que unos jugadores ponen un cuello de botella al resto?», añade, indignado.

En un tono más moderado, Uralde, líder de Equo, opina que el nuevo requisito coloca a los extraparlamentarios en «inferioridad de condiciones». El exdirector de Greenpeace carga especialmente contra la Junta Electoral Central porque, a poco tiempo de convocarse las elecciones, aún no ha decidido cómo se tienen que recoger los avales.

Equo no cree que tenga problema para lograr los apoyos, pero quiere saber si la Junta va a poner «condiciones imposibles», como que los partidos comprueben la autenticidad de las firmas mediante notario o que adjunten fotocopia del DNI. Él espera que sea la Administración la que se encarge de comprobar la veracidad de los datos.

EL CASO DE LAS COALICIONES / Juan Campos, de la Chunta Aragonesista -que pese a haber obtenido representación parlamentaria varias veces debe cumplir este requisito-, exige a la Junta que aclare si la unión de partidos grandes con nacionalistas, del tipo PP-Partido Aragonés, también exige la entrega de avales, ya que no se presentaron en coalición en el 2008.