PRESENTACIÓN EN BARCELONA

La diáspora del PSC se reagrupa para concurrir a las municipales

El 'expresident' Pasqual Maragall, junto a su hermano Ernest, saluda a la 'exconsellera' Marina Geli, ayer en el Casinet d'Hostafrancs de Barcelona.

El 'expresident' Pasqual Maragall, junto a su hermano Ernest, saluda a la 'exconsellera' Marina Geli, ayer en el Casinet d'Hostafrancs de Barcelona.

JOSE RICO / BARCELONA

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Históricamente se le ha conocido como el alma catalanista del PSC, apelativo que incomodaba al resto del partido, que se reivindicaba como mínimo igual de catalanista. Las tensiones internas por el debate soberanista desataron un goteo de bajas que desperdigaron por distintas corrientes y colectivos a las cabezas visibles de este sector, en el que predominaban los exconsellers del tripartito. Esa diáspora de socialistas soberanistas intenta ahora reagruparse para abrirse hueco en las elecciones municipales del 2015. Con este objetivo se presentó ayer en sociedad Moviment d'Esquerres (Mes), marca resultante de la fusión de Nova Esquerra Catalana y Moviment Catalunya. En un simbólico gesto con el que la vieja guardia del PSC invocaba sus raíces, el bautismo fue apadrinado por el expresident Pasqual Maragall.

En el nuevo partido confluyen los exconsellers que ya han roto el carnet del PSC: Ernest Maragall -hoy eurodiputado tras compartir lista con Esquerra-, Marina Geli -que se queda por el momento en el grupo socialista en el Parlament-, Montserrat Tura y Antoni Castells. Pero en la marca también hay un puñado de excargos locales del PSC, como Jordi Martí (Barcelona) y Pia Bosch (Girona) que, según sus cálculos, les garantizan la presencia, de entrada, en 203 municipios de Catalunya.

Con el socialismo y el soberanismo como vectores ideológicos, Mes prevé constituirse como partido el próximo 24 de enero, aunque el calendario podría precipitarse en caso de que Artur Mas convoque elecciones anticipadas, ya que los promotores de la nueva marca no cerraron la puerta a integrarse en la lista unitaria independentista que propugna el presidente de la Generalitat. Pero antes de tomar una decisión, los impulsores de Mes sondearán a Esquerra, ICV-EUiA y la CUP porque aseguran que su prioridad es forjar una alternativa de izquierdas.

'SÍ-SÍ', PERO... / Durante el proceso del 9-N, la mayoría de dirigentes de Mes se pronunciaron a favor del sí-sí en la consulta, no tanto por convicción secesionista, sino como reacción al inmovilismo del Gobierno de Mariano Rajoy. Sin embargo, en el manifiesto fundacional del partido no figura la palabra independencia y se resuelve la división de opiniones interna acerca de esta cuestión con una defensa de que Catalunya sea un Estado, lo que incluye tanto a independentistas como a federalistas y confederalistas.

Aunque los exconsellers son sus caras más conocidas, Mes ha designado cuatro perfiles más jóvenes como portavoces, a la espera de elegir en enero su dirección orgánica. Por un lado, Martí y Bosch, que dieron el salto del PSC a Moviment Catalunya. Y por otro, Pere Almeda y Magda Casamitjana, procedentes de Nova Esquerra Catalana. Esa brecha generacional es la que echó a traste la suma al proyecto de Avancem, la plataforma que dirige el exdiputado socialista Joan Ignasi Elena.

En un artículo en la web de EL PERIÓDICO, Elena alertaba de que el objetivo de la diáspora del PSC no debe ser «la unidad por la unidad», sino ofrecer una propuesta política «creíble, concreta y posible» que satisfaga la «demanda de cambio y relevo» que exigen los ciudadanos y huya de «cálculos personales».