Calma tensa entre CDC y ERC por la reforma del IRPF

La controversia sobre si la Generalitat subirá o no el IRPF a las rentas más altas sigue en pie, pese al silencio de los republicanos y los esfuerzos de la portavoz del Govern, Neus Munté, por desactivar una polémica que enfrenta a convergentes y republicanos en el seno del Ejecutivo, y que afecta a las posibilidades de que la CUP, único apoyo de Junts pel Sí en el Parlament, pueda aprobar o no los primeros presupuestos de Carles Puigdemont.

Munté ha asegurado que la cuestión ni se ha debatido en la reunión del Consell Executiu de este martes, y ha insistido en la versión oficial, la que defiende CDC, de que no habrá subida del IRPF sino, en todo caso, una bajada. Pero los esfuerzos de la portavoz (que incluso ha tratado de reducir el conflicto a un asunto "mediático") han durado pocas horas, dado que el propio 'president' Puigdemont ha vuelto a dejar casi todos los escenarios abiertos.

En un foro empresarial en Sabadell, y tras la invectiva contra la subida de impuestos que ha realizado el responsable de la Fundació per la Indústria, del Gremi de Fabricants de Sabadell, Josep Bombardó ("Hay que vigilar porque si se ordeña mucho la vaca, puede acabar tísica"), Puigdemont ha pedido a los empresarios de la industria una "mirada más amplia" en materia fiscal porque "hay medidas que aparentemente puden parecer negativas y generan controversia pero que al final se demuestra que son buenas" para la economía. "No digo que los impuestos tengan que subir, pero las medidas se han de ver de una forma más amplia", ha puntualizado Puigdemont después de lo que parecía una defensa del polémico incremento del IRPF, inforna Toni Fuentes.

PUERTA ENTREABIERTA

El 'president' ha abierto entonces la puerta mucho más de lo que la propia portavoz la había entreabierto. Munté había sugerido que la posición de ERC es la de estudiar nuevas medidas fiscales en relación a un mandato del pleno de pobreza en el Parlament, para "incrementar los niveles de ingresos y un sistema fiscal más progresivo". Significa ello que se pueden tocar otros impuestos, especialmente en materia medioambiental. Pero no el IRPF, según ha insistido la 'consellera' y dirigente de CDC, que se ha agarrado de nuevo al programa electoral de Junts pel Sí: "Es objetivo de este Govern trabajar por la mejora de este sistema de financiación que no es eficiente ni progresivo y, como recoge nuestro programa electoral, disminuir la presión fiscal a las rentas más bajas".

Un discurso más cerrado que el de Puigdemont pero con alguna rendija, como cuando Munté ha recordado que el proyecto de presupuestos del Govern debe ser negociado después en el Parlament.

MANO TENDIDA Y PRESIÓN

En esten sentido, Munté ha tendido la mano a los cuperos pese a descartar, de entrada, la subida del IRPF que ofrece ERC y que ven bien los anticapitalistas. Al mismo tiempo  ha recordado que sin cuentas no hay aumento de medidas sociales. Por lo que respecta a las medidas de la CUP, como la de volver a implantar medidas fiscales impugnadas por el TC, Munté no se ha mojado, y se ha limitado a ser optimista: "No planteamos otro escenario que no sea la aprobación de los prespuestos".

LA CUP APELA AL TRIPARTITO

La CUP, por su parte, ha criticado la “intoxicación” que está sufirndo el debate presupuestario a cuenta del “ruido generado” ya sea por la proximidad de la repetición de las elecciones generales o bien pot otros motivos. La diputada anticapitalista Eulàlia Reguant ha pedido "que se regrese a los tipos impositivos que había en la época del tripartito", cuando las rentas más elevadas tenían una presión fiscal mayor que la actual, ha asegurado.

"Quien ha sufrido los recortes son las rentas populares y, por tanto, las rentas más bajas", ha argumentado, y ha afirmado que el objetivo del aumento impositivo debe ser destinar más recursos a gasto social y a revertir los recortes. Revertir los recortes fue la promesa que hizo Puigdemont en su presentación del plan del Govern.

ERC, SILENCIO Y REAFIRMACIÓN

Y en plena tormenta, o ruido, como lo define la CUP, el líder de ERC, Oriol Junqueras, ha preferido dejar en manos de su número dos, Marta Rovira, el discurso ante el consejo nacional extraordinario celebrado este martes para aprobar las listas republicanas cara al 26-J. Y la propia Rovira ha orillado toda referencia a la polémica. En los pasillos, el sentir generalizado era de incredulidad ante el incendio generado. “Lo normal es que un partido de izquierdas proponga rebajar los impuestos a las clases populares y subírselos a las altas. Y lo normal de un partido de derechas es que se oponga”, ha sintetizado un cargo electo de ERC.