inicio de una aventura política

Moviment Catalunya descarta ser una marca blanca del PSC

Montserrat Tura besa a Antoni Castells, ayer, en el encuentro de críticos del PSC de Girona.

Montserrat Tura besa a Antoni Castells, ayer, en el encuentro de críticos del PSC de Girona.

XABIER BARRENA
GIRONA

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La niebla que acompaña a la diáspora socialista sigue espesa, pero un poco menos que hace unas semanas. A pesar de varias voces que pedían dar nuevas oportunidades a la nueva dirección de Miquel Iceta que saldrá del congreso extraordinario del próximo 19 de julio, en el cónclave de cargos locales críticos con la cúpula del PSC, celebrado ayer en Girona, se oyeron más voces partidarias de que la asociación de nuevo cuño que ayer nació sea una marca electoral plenamente autónoma respecto al PSC. Una escisión en toda regla. De momento, Moviment Catalunya (ese es el nombre escogido) adopta la forma de una asociación  de carácter municipalista, pero el anhelo de Iceta de que esta entidad no concurra en los municipios en los que el PSC tenga lista -es decir, que sea en el fondo una marca blanca del partido- no fue satisfecho.

El cónclave reunió a puerta cerrada (la vieja política sigue teniendo sus seguidores) a unos 150 cargos locales, concejales y alcaldes del PSC. También a varios exconsellers, como Montserrat Tura, Antoni Castells, Joaquim Nadal y Marina Geli (que sigue sin desvelar qué hará con su escaño). Los asistentes acudieron de todo el territorio catalán. El tono empleado en los turnos de palabra no fue, ni mucho menos, homogéneo. Es lo que tiene la niebla.

Así, hubo quien pidió la formación de un nuevo partido, como algunos asistentes del Ripollés, o Montserrat Tura, según explicaron a este diario algunos asistentes. Otros prefirieron los paños calientes con la dirección, a la espera del congreso del 2015. Fue el caso del alcalde de Lleida, Àngel Ros,cuya presencia en la asamblea, sin tomar la palabra, después de haber avalado esta misma semana a Iceta causó cierta sorpresa. El ambiente, sin embargo, no acompañaba a la idea de dar nuevas oportunidades a la dirección del PSC, algo si se quiere lógico, habida cuenta de las palabras del primer secretario in pectore el pasado miércoles, cuando afirmó que su dirección no iba a mover ni un grado el rumbo de su partido.

LA «DECANTACIÓN» DE NADAL / Hubo también una tercera vía, la que defendió otro exconseller, Joaquim Nadal: el registro de la marca de inmediato y la conversión en partido político «por decantación», es decir, que la propia lógica de los hechos conduzca a ello.

Una de las intervenciones más aplaudidas fue la del exlíder del PSC en el Ayuntamiento de Barcelona Jordi Martí. Martí anunció que abandona el PSC y comparó al partido con un «ordenador que se cuelga, y ante la duda de resetear o no, piensas si puedes perder la memoria», dijo. «La imagen de Iceta en la calle con los 4.000 avales y como único candidato es la imagen del bloqueo del partido», sentenció Martí.

La nueva asociación nace con un ADN cuyas cadenas entrelazadas son la defensa del socialismo y del derecho a decidir, expresado en el apoyo a la consulta del 9-N. Abogan, también, por una profundización de los postulados más progresistas y por la renovación democrática. En palabras del alcaldable de Sant Feliu de Guíxols Pere Albó, ayer, su «padre es el socialismo» y su «madre, Catalunya».