Jordi Sevilla: "Montoro es la troika de las comunidades autónomas"

Jordi Sevilla ha vuelto. El exministro de Administraciones Públicas acaba de estrenar despacho en la sede del PSOE, desde donde coordinará la parte económica del programa electoral. Pero no se ciñe a la doctrina del partido. En ocasiones, subraya que algunas de sus ideas son solo suyas, no del PSOE; en otras, se salta las directrices socialistas. Por ejemplo, rehúsa desvelar su sueldo, pese al compromiso del líder, Pedro Sánchez, con la transparencia. Estos días, Sevilla sigue de cerca la crisis griega, que a su juicio pone de manifiesto, en referencia al Gobierno heleno, que «no se puede prometer lo que no se puede cumplir».

-Sánchez dice que erradicará la corrupción y el paro. ¿Es realista?

-Vamos a poner en marcha todos los mecanismos para reducir el paro y la posibilidad de que estallen casos de corrupción. Como aspiraciones, es difícil hallar otras más nobles.

-¿Qué le atrae de Sánchez?-Nos conocemos desde hace mucho. Siempre me ha parecido de fiar. Representa una renovación del PSOE, aunque no voté por él hace un año.

-¿Por qué?

-Me parecía que otro candidato, Eduardo Madina, podía representar mejor lo que pensaba que hacía falta. Pero Pedro ha hecho cosas que yo creía que eran imposibles.

-¿Por ejemplo?

-Devolver la ilusión y el orgullo, perder los complejos y reconocer errores. Yo había dado carpetazo a esta faceta política, pero sigo dando mi opinión a través de artículos. Su argumento fue contundente: 'Sigues diciendo lo que deberíamos hacer, ven a hacerlo'. Supo seducirme.

-¿Nota escepticismo hacia las iniciativas que propone el PSOE?

-Tenemos una memoria vinculada al ajuste del 2010. No estuve de acuerdo, tampoco con la reforma de la Constitución para instaurar la estabilidad presupuestaria. Pero estamos todos en la misma barca.

-Si hubiese tenido escaño en el Congreso durante la reforma constitucional, ¿qué habría votado?-No creo que haya ningún problema en que desvele lo que hice entonces. Propuse al que era candidato socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, que se abstuviera. No me hizo caso.

-Una de las cuestiones implícitas en esa reforma era un techo de deuda del 60% en el 2020, a todas luces imposible. ¿Cómo encauzarlo?-El que haya estado en contra de la modificación no quiere decir que esté contra la estabilidad presupuestaria, que va a ser un eje fundamental del programa. El objetivo será finalizar la próxima legislatura por debajo del 3% de déficit y para eso vamos a renegociar con Bruselas.

-¿Es correcto el reparto del objetivo de déficit entre administraciones?-Montoro es la troika de las comunidades. No ha reformado la financiación autonómica por incapacidad y en su lugar les ha prestado dinero. El primer y destacadísimo lugar en la lista de acreedores de las comunidades lo ocupa Hacienda. Eso le ha permitido imponer recortes y ajustes.

-¿Qué le parece la gestión privada de servicios públicos?

-Deben estar garantizados, lo cual no quiere decir que deban estar necesariamente prestados por el sector público. Cuando se da enseñanza pública en un colegio concertado no se está privatizando. Pero la sanidad debe fortalecerse. Su desgaste es una de las causas del aumento de la desigualdad y el cabreo ciudadano.

-¿Cómo serán las pensiones de quienes tienen entre 30 y 50 años?-Las públicas, por razones demográficas, van a ir disminuyendo. La alternativa no son los planes privados, sino fortalecer las públicas con ingresos distintos a las cotizaciones.

-¿Con impuestos? ¿Defiende bajar cotizaciones y subir el IVA?-Personalmente, soy partidario. Pero el partido no se ha pronunciado.

-¿Puede permitirse la economía española el anticipo de la rebaja fiscal anunciado el jueves por Rajoy?-Su electoralismo lo vamos a pagar con más déficit y deuda pública. Será la herencia del próximo Gobierno. Usar lo de todos en beneficio de su partido es una irresponsabilidad.

-¿Cuál es su idea para acabar con la dualidad del mercado laboral?-Queremos simplificar la contratación. Lo normal debe ser el contrato indefinido. Luego debe haber uno   en prácticas, otro por obra y servicio y otro temporal. Lo importante es tomar en serio la lucha contra el fraude en la contratación temporal.

-¿Prueba su fichaje que a Sánchez le faltaba equipo en el PSOE?-No lo sé. Eso habrá que preguntárselo a él. Pero para los programas electorales el partido siempre ha recurrido a gente ajena al aparato.

-Pero su implicación es mayor. Está ejerciendo de portavoz económico.-Bueno, eso se debe más a mi edad y a mi experiencia.

-Parece imposible que gobiernen sin pactos. ¿Ve trasladables al Gobierno los acuerdos con Podemos?

-Dependerá del resultado. Yo he formado parte de un Ejecutivo sin mayoría absoluta. Gobernábamos sin pactos estables, en función de los asuntos. Ese es un escenario perfectamente contemplable.

-¿Y preferible?

-No creo que las alianzas en las autonomías sean indicativas de las alianzas tras las generales. Una ventaja del PSOE es que su capacidad de pacto es con todo el espectro.

-Usted viene de la actividad privada. ¿Cobra del PSOE?-Sí, claro.

-¿Le puedo preguntar cuánto?-No. Bueno, lo puede preguntar, pero no se lo voy a decir. Pero bastante menos que el mes pasado.

-¿Cree que está perdiendo apoyos el soberanismo en Catalunya?-Ha pasado por un bache. Pero conforme se acerquen las elecciones catalanas se revitalizará. En todo caso, creo que la gente está introduciendo más realidad en lo que hasta ahora era casi exclusivamente deseo.