La Moncloa explora con Duran e Iceta un posible pacto CiU-PSC

Josep Antoni Duran Lleida, ayer, en su escaño en el Congreso.

Josep Antoni Duran Lleida, ayer, en su escaño en el Congreso. / periodico

JUAN RUIZ SIERRA / GEMMA ROBLES / MADRID

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Desde que Artur Mas anunció el pasado martes que la consulta original quedaba enterrada y en su lugar convocaría para el 9 de noviembre un "proceso participativo" del que aún se desconocen sus aspectos fundamentales, el Gobierno central se ha mostrado conciliador. En lugar de insistir en la supuesta "división" que provoca el 'president' de la Generalitat y anunciar nuevos recursos ante el Tribunal ConstitucionalMariano Rajoy señala que quiere "dialogar". El Ejecutivo busca una salida a este conflicto. Una de las vías que explora es un hipotético y muy complicado pacto entre CiU y el PSC -la llamada sociovergencia-, donde los interlocutores son la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría; el líder de Unió, Josep Antoni Duran Lleida, y el primer secretario de los socialistas catalanes, Miquel Iceta.

Los tres dirigentes han intercambiado mensajes en las últimas semanas. La relación entre Duran, contrario a la independencia, y la número dos del Gobierno es fluida y se remonta a hace varios años. La de Santamaría con Iceta es mucho más reciente. Comenzó a fraguarse durante una reunión secreta que mantuvieron el pasado julio en la Moncloa. Según fuentes conocedoras de las conversaciones, el líder del PSC le trasladó la propuesta de una reforma de la Constitución, pero la vicepresidenta no mostró ninguna disposición a avanzar en ese camino. Tampoco después del 9-N. Pero tras aquella cita veraniega han existido más contactos telefónicos.

Entre Duran e Iceta la relación es fructífera. Ambos llegaron a idear una pregunta alternativa a la que planteó la Generalitat en la consulta. En septiembre se la trasladaron a Mas a través de tres dirigentes de Unió: Ramon EspadalerJoan Rigol Joana Ortega. Sin embargo, el 'president' argumentó que un cambio de este tipo nunca sería aceptado por ERC y lo descartó por completo.

LAS LÍNEAS ROJAS

Gobierno central, Unió y PSC consideran que la sociovergencia, aprovechando que los vínculos de ERC con Mas se han resentido a raíz de que este aparcara la consulta, permitiría al Govern culminar la legislatura y desterrar unas elecciones plebiscitarias en las que, según los sondeos, los republicanos ganarían con diferencia si al final no hubiese una lista unitaria. Sin embargo, para sellar este pacto falta la parte fundamental: el 'president'. "El acuerdo depende de Mas, no de Duran", señaló ayer Iceta, quien ya en el debate de política general en el Parlament, celebrado el pasado 16 de septiembre, ofreció su apoyo a CiU, pero no, explicó, "para aventuras, rupturas o el desmantelamiento del Estado del Bienestar".

Mas no ha mostrado interés en esta posibilidad. A finales de julio se reunió con Rajoy en la Moncloa y las dos partes se comprometieron a mantener el diálogo, pero desde entonces los contactos entre el Ejecutivo y la Generalitat son de segundo nivel. Con Duran, que discrepa de la hoja de ruta del 'president', pese a ser socios en la federación nacionalista, las relaciones están enrarecidas.

Aun así, Santamaría, Duran e Iceta han continuado con unos contactos que también son aplaudidos desde el PSOE. "Reconocemos la valentía del PSC al ofrecerse como garantía de estabilidad y de cambios políticos", señalaron en su dirección. El democristiano, por su parte, se desmarcó ayer en el Congreso de las elecciones plebiscitarias y defendió buscar una mayoría parlamentaria en la que estén presentes los socialistas catalanes. "Si es de ERC de aquí al final de la legislatura, perfecto. Si es ERC y el PSC, mejor. Y si no es ERC, habrá que buscar a otro", dijo.

"CAMINO PARA HABLAR"

Poco antes, Rajoy se había mostrado conciliador en la Cámara baja. Al salir de una sesión de control bastante tensa por la crisis del ébola y el escándalo de las tarjetas de los consejeros de Caja Madrid, el presidente del Gobierno celebró el deceso de la consulta y tendió la mano. No hubo ninguna crítica directa a Mas. "La consulta no se va a celebrar y eso supone un triunfo de la democracia -sostuvo-. Es algo muy positivo. Ahora se abre un camino para hablar. Nosotros estamos dispuestos, pero siempre dentro de la ley. A lo que no estoy dispuesto es a violar la voluntad de la mayoría de los ciudadanos". ¿Van a recurrir ante el TC la nueva convocatoria del Govern?, le preguntaron al jefe del Ejecutivo. "Si vemos que hay cosas contra la legislación, tendremos que recurrir. Yo espero que se actúe con moderación", contestó.

Otro ejemplo del clima que busca el Gobierno: el portavoz de ERC, Alfred Bosch, preguntó a Cristóbal Montoro por qué se quería "prohibir" que los catalanes "decidan sobre su futuro", y el titular de Hacienda, que suele fustigar sin complejos al independentismo, se limitó a invocar el ordenamiento jurídico.