camino de las urnas

Rajoy pide a la "Catalunya silenciada" que vote el 27-S "para poner fin a la pesadilla"

El líder del PP acusa a Mas de tener "la división" como único balance de gobierno y le tilda de "fábrica de extranjeros"

RAFA JULVE / BADALONA

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La melodía del PP brilló este domingo por su ausencia en el acto más multitudinario que ha celebrado y celebrará el partido en la presente campaña del 27-S. La música que sonó en su lugar cuando Mariano Rajoy Xavier García Albiol llegaron al mitin de Badalona fue el 'Bailando' de Enrique Iglesias ("yo quiero estar contigo, vivir contigo... una noche loca"). Seguramente, todo responde a la estrategia del candidato conservador de presentarse como el abanderado de los no soberanistas al margen de ideologías y siglas. Pese a ello, mientras las encuestas de la prensa y las internas del partido apuntan que Junts pel Sí está cada vez más cerca de la mayoría absoluta, algunos cargos admiten que el efecto Albiol posterior al relevo de Alicia Sánchez-Camacho parece haberse estancado. Remontaron algo en los sondeos, pero no logran movilizar más. Por eso el presidente del Gobierno central redobló los llamamientos a la "Catalunya silenciosa y silenciada" para que vote el 27-S y contribuya a "poner fin a la pesadilla" soberanista.

Mucho más empático que en la mayoría de sus mítines, Rajoy estuvo un cuarto de hora saludando a un buen puñado de las más de 3.000 personas congregadas en la plaza de Trafalgar, en el barrio de Llefià, uno de los bastiones de Albiol en las elecciones municipales (fue el más votado en las pasadas elecciones municipales pero perdió la alcaldía por un pacto de las izquierdas). Ya en el atril, el dirigente popular dedicó gran parte de su discurso a insistir en la necesidad de acudir a las urnas el domingo que viene. "Ya no se puede seguir en silencio. Hay que votar para que nadie te imponga en qué consiste ser un buen catalán; para que nadie te imponga cómo tienes que vivir", proclamó. Y así, con una frase tras otra, transitó por la misma línea que seguirá durante los próximos días.

El martes visitará la provincia de Tarragona. El miércoles irá a Girona y aún le queda otro día para mitinear en Barcelona. Pero da igual donde vaya. El partido tiene puesta la mirada especialmente en el área metropolitana de la capital catalana. Como dando por perdida la batalla para cautivar a los catalanes de origen, el PP dirige sus mensajes a quienes llegaron de otras comunidades. Ante ellos, apelando a los lazos sentimentales con las tierras que les vieron nacer, los conservadores harán gala de ser ellos quienes gobiernan en España para erigirse como la única fuerza capaz de frenar el proyecto independentista de Artur MasArtur Mas, a quien Rajoy volvió a propinarle un golpe dialéctico tras otro antes de comer botifarra amb mongetes en Llefià con los simpatizantes.

"FÁBRICA DE EXTRANJEROS"

"Es la primera vez que veo una campaña en la que no se hace un balance de gestión", lamentó, y a renglón seguido subrayó que si el Govern de CDC no hace ese balance es porque de lo único que puede presumir es de haber causado la "división" de la sociedad catalana. Mas es "una fábrica de extranjeros" que "ha inventado un problema donde no lo había y ha envenenado la convivencia de los catalanes", aseveró. También le acusó de centrarse en "ensoñaciones" en lugar de resolver los problemas reales de la gente y le reprochó que "engañe" a la población al ningunear las advertencias de los mandatarios mundiales y no admitir las consecuencias económicas y sociales de una hipotética independencia.

DIÁLOGO: SÍ, PERO

Vista esta retahíla de aldabonazos, queda claro que poca entente puede haber entre Rajoy y Mas. El propio presidente del Gobierno central afirmó que está dispuesto a establecer un diálogo, pero avisó de que para que este se produzca "es necesario que se vayan aquellos que no han querido dialogar y solo imponer".

También resulta harto difícil que el mandatario del PP emule a David Cameron y proponga una suerte de tercera vía como hizo el 'premier' británico a una semana del referéndum escocés al ver que el 'sí' vencía en las encuestas. Aunque pueda haber algún movimiento en lo que queda hasta el 27-S, en eso sería sorprendente que echara el resto Rajoy. Las elecciones generales están a la vuelta de la esquina y a los conservadores les conviene mantener la imagen de ser un muro frente al independentismo para combatir a un PSOE que, según el líder popular, "se ha convertido en parte del problema" por sus "ambigüedades" soberanistas.