El misterio del noveno voto en blanco

No ha habido sorpresa y Roger Torrent ha sido elegido presidente del Parlament con los 65 votos de Junts per Catalunya, ERC y la CUP. Los ocho 'comuns', que ya habían anunciado que no iban a apoyar al candidato de ERC ni al de Ciutadans -José María Espejo-Saavedra- han votado en blanco. Donde sí que se ha producido un resultado inesperado ha sido en el bloque constitucionalista, del que ha surgido la novena papeleta en blanco y que nadie ha querido reivindicar. Una papeleta que se ha repetido en las dos votaciones de la presidencia del Parlament que, al ser secretas en urna, ha generado el primer misterio de la investidura.

En el hipotético caso que Catalunya en Comú hubiera apoyado al presidenciable de Cs, Torrent y Espejo-Saavedra podrían haber empatado a 65 votos. Una remota opción dinamitada por un escaño disidente en el bloque constitucionalista, que no ha querido identificarse. El PSC ha negado tajantemente que ese enigmático sufragio hubiera salido de sus filas, asegurando que todos sus diputados habían acatado la consigna de apostar por el candidato naranja. Desde Units per Avançar, cuyo acuerdo electoral con los socialistas da libertad de voto a Ramon Espadaler, han querido dejar claro que el díscolo tampoco había sido el 'exconseller' de Unió, quien lo ha aclarado incluso a través de Twitter.

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"Cuando llegue el caso de tener que votar de forma diferenciada del PSC (cosa que tarde o temprano pasará) no lo haremos a escondidas, sino abiertamente y explicando la razones", ha justificado Espadaler.

Todas las miradas se han dirigido entonces al PPC, pensando que hubiera sido alguna forma simbólica de expresar su enojo con Ciudadanos por la negativa a cederles un diputado para poder formar grupo parlamentario. Pero fuentes populares también han prometido que ellos no habían sido. Lo que está claro es que alguien miente.