Miquel Iceta se presentará a la reelección como líder del PSC

Iba a ser, él mismo lo advirtió, un líder de transición. Pero Miquel Iceta, que tomó las riendas del PSC en julio del 2014 prometiendo que su mandato no se prolongaría más allá del siguiente congreso del partido, se ha desdicho de sus palabras. El primer secretario ha confirmado este sábado que optará a la reelección en el cónclave que los socialistas catalanes celebrarán en octubre. Argumenta Iceta que ha recabado el apoyo del partido para seguir adelante y que puede contribuir a darle al PSC "la estabilidad necesaria para que su renovación sea real".

Estabilizar una organización que marchaba a la deriva era el principal cometido que se fijó el primer secretario cuando asumió el cargo. Acababa de dimitir Pere NavarroPere Navarro tras encadenar varios fracasos electorales y el partido vivía una auténtica revuelta interna entre facciones. Tras la llegada de Iceta, los críticos fueron rompiendo el carnet (la mayoría de ellos recalaron en Junts pel Sí y han hallado acomodo en el Govern) y el PSC ha logrado amortiguar sus últimos golpes en las urnas, aunque sin llegar a evitarlos.

EL PAPEL DE PARLON

"El PSC ha entrado en una fase de renovación de planteamientos y personas después de haber superado una crisis muy profunda", ha asegurado el líder socialista en una entrevista en Europa Press. Una renovación de personas que sería compatible, pues, con su continuidad al frente del partido. Falta por saber si algún dirigente se atreverá a pugnar con Iceta en el congreso de octubre. Muchas miradas están puestas en su número dos, Núria Parlon, que se deja querer y no descarta del todo dar ese paso.

"Tengo ganas de participar en los debates para renovar el PSC, pero no sé aún si como candidata, acompañando a Iceta o apoyando otra candidatura", señalaba la alcaldesa de Santa Coloma de Gramenet en una reciente entrevista en EL PERIÓDICO. Parlon, quien ya declinó en el último minuto liderar el partido en el 2014, ha alzado en las últimas semanas la voz para censurar, por un lado, el pacto del PSOE con Ciudadanos y, por el otro, reivindicar una posición más clara de los socialistas catalanes a favor del derecho a decidir.

LA CONSULTA COMO PLAN B

Según Iceta, los planteamientos de Parlon "no son tan diferentes" de los suyos, que pasan por llevar a cabo en primer lugar una reforma federal de la Constitución, y solo si los catalanes la rechazan en referéndum, abrir la puerta a una consulta soberanista "a la canadiense". "El PSC nunca estará en contra de una consulta legal y acordada. Lo que rechaza es la unilateralidad y la ambigüedad", sostiene. En las últimas elecciones catalanas, los socialistas sacaron el derecho a decidir de su programa electoral tras haberlo incluido en el 2012.