entrevista con el Aspirante a primer secretario del PSC

Miquel Iceta: "Llevo tiempo contenido y quiero ponerme al frente"

NEUS TOMÀS
BARCELONA

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-En el 2011 se retiró porque apareció Pere Navarro y ahora da el paso porque ha fallado Núria Parlon. ¿Se presenta a primer secretario del PSC porque no hay nadie más?

-Lo hice porque pensé que tenía una cierta obligación, no porque creyese que sería el único. De hecho, se presenta algún otro compañero. Se produjo la renuncia de Navarro y parecía que se construía un consenso alrededor de Núria Parlon, pero ella decidió no dar el paso.

-¿Los mismos dirigentes que hace dos años y medio le pidieron que no se presentara son los que ahora le han dicho que lo haga?

-No. Hace dos años y medio unos cuantos dirigentes importantes me dijeron: 'Miquel, tiene que ser Pere'. Yo, después de  hablar con gente, pensé que igual tenían razón y el día antes del congreso me retiré. Pensaba que lo mejor era una candidatura de consenso y quien mejor podía concitarlo era Navarro. Ahora, esos dirigentes estaban, igual que yo, muy contentos con el nombre de Parlon. Cuando ella no da el paso, yo decido lanzarme.

-¿Navarro se va con más de una puñalada de los suyos?

-Ha habido de todo. Este ha sido un proceso muy complicado al que se ha añadido la dificultad del momento político, algunos errores que el propio Navarro ha podido cometer, la debilidad de la dirección y también, en algunos momentos, una falta de confianza en él por parte de dirigentes relevantes. No sé si llamarle  a eso puñaladas, aunque seguro que alguna decepción se ha llevado. Pero no me gusta hablar por boca de otros.

-Usted hace muchos años que manda en el PSC.

 

-Bueno, mandar lo que se dice mandar... diría que hace bastante tiempo  que tengo influencia en el PSC.

-Y el partido está como está. ¿Asume alguna culpa?

 

-Tanta culpa como que he estado dos años y medio fuera de la dirección del PSC. Tuve ofertas en el sentido contrario e incluso había gente que me preguntaba por qué pudiendo ir a las ejecutivas no iba. Yo tenía claro que no tenía que hacerlo, porque creo que hay que ir cuando has sido elegido, y no era mi caso. Eso no significa que no haya tenido nada que ver con el partido. No me quiero separar de esta etapa, ni de la anterior, ni de la anterior de la anterior.

-Seguro que conoce a alguno de los miles de exvotantes socialistas. ¿Cómo le convencería para que vuelva a confiar en ustedes?

 

-Primero tenemos que sorprenderles porque muchos han desconectado. Tienen que saber que en el PSC somos conscientes de que hemos perdido muchos apoyos y de que el principal responsable es el propio partido. Tienen que vernos en disposición de escuchar y con ganas de batalla. Uno siempre es mal juez de uno mismo, pero desde que he dicho que quiero ser primer secretario incluso hay gente que me ve más alto y más guapo.

-Igual los que le ven más alto y más guapo son aún votantes del PSC.

 

-No, también algún exvotante. Me dicen:  'A usted se le entiende'. Sobre todo lo que necesita el partido es explicarse bien. No podrá ser con una sola voz, pero quien hable en nombre del PSC debe explicarse bien.

-Ustedes se han propuesto resistir, que tal como está su partido parece un sinónimo de sobrevivir.

 

-Si solo nos resignamos a resistir se nos llevará la corriente. Incluso para sobrevivir tenemos que hacer algo más que resistir. Hay que aparecer como un partido útil. No podemos tener una actitud pasiva pensando que esto escampará porque no será así. Este año es complicado pero el que viene lo será más. El PSC debe entrar en una ofensiva política. Eso tal vez no le servirá para avanzar pero sí para garantizar su supervivencia.

-Tanto hablar de las dos almas y ahora parece que no tengan ninguna.

-No tiene dos, tiene 20.000 y necesitaría que de estas, 2.000 me dieran su aval. Dicho esto, en el PSC conviven sensibilidades distintas.

-¿Y entre los votantes también conviven sensibilidades, o ya no pasa?

-Sí, y empezamos a tener votantes socialistas fuera del PSC.

-¿Socialistas y fuera del partido? Ahora no le sigo...

-Sí, son gente que participaba del proyecto del PSC y que estos dos últimos años se han ido desvinculando. Algunos le llaman la diáspora socialista. Yo no solo quiero recoser el partido, sino dirigirme a ellos para que participen en la reconstrucción o bien establezcamos una relación de complicidad.

-De lo que se quejan algunos es de que el eje nacional se ha movido más de lo que lo ha hecho su partido.

 

-No soy partidario de los partidos que van detrás de las encuestas.

-Dentro o fuera, muchos piden cambios en el PSC. El candidato a la alcaldía de Barcelona, Jaume Collboni, dijo que no aceptará cambios cosméticos. ¿Lo han comentado?

 

-Sí. Él quiere cambios y le he dicho que a ver si serán capaces de soportar el cambio que supone tener de primer secretario a Miquel Iceta.  Habrá cambios pero el cambio más grande será Miquel Iceta.

-¿Por qué?

 

-Porque sí, porque tengo una personalidad muy fuerte. Llevo mucho tiempo contenido. Y ahora soy yo el que quiere ponerse al frente y al Miquel Iceta de verdad lo están conociendo estos días.

-¿Si usted hubiese sido el líder del PSC, sus diputados hubiesen votado distinto en Madrid?

 

-No lo sé. Lo que sé es que con Pere Navarro ha pasado dos veces. Y no había pasado nunca.

 

-Pero le debió dar su opinión.

-Le dije que era una decisión durísima y, como en otras, le apoyé.

-Visto como ha ido, ¿fue un error?

 

-Tenemos que abandonar la idea de que tienes que agradarles a todos y todos tienen que quererte. Es muy humano pero poco político. No puedes gustar a todo el mundo, pero sí tienes la obligación de que todo el mundo entienda qué propones. Sin que necesariamente lo comparta. La posición del PSC no siempre se ha entendido. La agenda del proceso soberanista ha venido para quedarse y el PSC tendrá que tener su posición definida permanentemente.

-¿Ha hablado ya con Joan Ignasi Elena después de que haya anunciado que dejará el PSC?

 

-Me permitirá que no lo comente por la amistad que me une a él. Creo que es una decisión profundamente equivocada.

-¿Entiende que tanto votante socialista haya emigrado a Podemos?

 

-Sí. Existe un agotamiento por el mal funcionamiento institucional  y por una cierta incapacidad de los grandes partidos para dar respuesta a la crisis económica, social y territorial. Hay un dolor social provocado por la crisis.

-El PSOE sigue sin exigir a Magdalena Álvarez que, pese a estar imputada, renuncie a su cargo de 20.000 euros al mes. ¿Así no contribuye a ese dolor social?

 

-Por eso votan a Podemos. Ser socialista no es solo defender unos valores de justicia social, sino también que la gente vea que tu discurso se ajusta a estos valores. Cuando hacemos cosas que no son coherentes con lo que decimos nos va muy mal.

-Todo el mundo subraya su inteligencia pero hay quien le acusa de ser un cínico. ¿Lo lamenta?

 

-No, porque aquellos que lo dicen o no me conocen o no saben que el cínico es un hipócrita que hace de la hipocresía su profesión.