Miquel Iceta: "Creer que el derecho a decidir existe es un error"

El primer secretario del PSC y candidato al 27-S considera que Catalunya "no busca privilegios, sino justicia, un trato fiscal equitativo"

ENRIC HERNÀNDEZ / BARCELONA

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El federalismo será un camino largo y complejo, admite Miquel Iceta, quien defiende que Catalunya no pide privilegios, sino justicia y equidad. El candidato del PSC, inasequible a los sondeos, hasta se ve de presidente de la Generalitat si se produce un "acuerdo amplio" tras el 27-S.

-A su juicio, ¿Mas ha dado ya suficientes explicaciones sobre el 3%?

-Debería haberse comprometido a asumir responsabilidades si se acreditan irregularidades. Hace tiempo que se habla del cobro de comisiones por obras públicas por parte de CDC, como consigna el instructor del 'caso Palau'. No estamos ante meras sospechas ni ante ningún enemigo exterior. La denuncia partió del PSC y ERC en Torredembarra, no de un oscuro despacho del Estado.

-También sus socios de Junts pel Sí han pedido cuentas a Mas.

-Les honra. El problema de esa lista es que es para un solo día, para votar la independencia. ¿Qué harán el resto de días? Catalunya necesita que alguien gestione la sanidad y la educación públicas, por ejemplo.

-El proyecto del PSC pasa por reformar España. ¿Se dejará cambiar?

-Yo creo que sí. Mire en Valencia, Baleares o Aragón, donde parecía inconcebible que el PP dejase de gobernar: ha habido alternancia ideológica y se ha abandonado el anticatalanismo primario del PP. Hay mucha gente en España que quiere cambios; Catalunya no debe bajar los brazos ni rendirse. Tenemos más aliados que nunca.

-Reconocer la singularidad catalana es un tabú, también para el PSOE.

-Catalunya no pide privilegios sino justicia, un trato fiscal equitativo. No queremos engañar a nadie: el federalismo no es una solución mágica, rápida e indolora; será un camino largo y complejo. Aunque el PSOE no ganase las generales, tampoco habrá una mayoría absoluta del PP contra la reforma constitucional, que abonan partidos nuevos como Podemos o Ciudadanos. Es la única solución para arreglar el encaje de Catalunya en España y las disfunciones del Estado autonómico.

-¿Una reforma que reconozca el derecho a la autodeterminación?

-Veo difícil que una reforma constitucional recoja el derecho a la autodeterminación. Ninguna constitución europea lo hace.

-El programa del PSC del 2012 sí incluía el derecho a decidir...

-Ha sido un error creer que ese derecho existe. Hablábamos de una consulta legal y acordada, pero ahora estamos en un capítulo más avanzado. El 9-N se llamó a los catalanes a votar por la separación; yo les llamo a votar un nuevo acuerdo negociado.

-¿Cómo lograr acuerdos cuando la fuerza mayoritaria, el PP, cambia leyes para convertir el Constitucional en un órgano cuasi policial?

-Es que los cambios que necesita España requieren que el PP esté en la oposición, o sin mayoría absoluta.

-Con estos precedentes, ¿entiende que haya catalanes que digan que no hay solución posible?

-Lo entiendo, pero no lo comparto. No me quiero rendir, quiero resolver el encaje de Catalunya, pero tengo la ambición de cambiar España. Esa es la tradición genuina del catalanismo: la defensa de la identidad y el autogobierno, pero también la voluntad firme de liderar el conjunto de España. Las dificultades no me hacen desertar de este combate.

-¿El PSC ha detenido su sangría?

-Creo que sí. El debate sobre la independencia ha polarizado a la sociedad catalana y ha dividido también al PSC. En las municipales fuimos la segunda fuerza más votada.

-Con los estrechos márgenes de la Generalitat, ¿puede impulsar la economía y combatir la desigualdad?

La Generalitat tiene márgenes limitados, pero se puede gastar de forma distinta y mejor, ingresar más y renegociar la financiación. Más que acuerdos, el actual Govern ha buscado argumentos para la ruptura. Eso, junto a la actitud del PP, nos ha privado de oportunidades.

-Se echa de menos un debate serio y argumentado sobre los efectos de una independencia unilateral.

-Para algunos es cuestión de fe que Europa no se podría permitir dejar fuera a Catalunya. Querrían salir de España unilateralmente y luego entrar en la UE con las credenciales de haber incumplido las reglas del club anterior. Quien quiera ser independentista puede serlo, pero sabiendo la verdad, conociendo los costes de la independencia. Lo que no se puede hacer es engañar a la gente. Estoy convencido de que la independencia tendría alguna ventaja, pero serían más los inconvenientes.

-La dependencia también los tiene. Por ejemplo, el déficit fiscal.

-La izquierda siempre ha pensado que quien más tiene debe ser más solidario. Criticamos a Merkel porque no quiere dar dinero a nadie. ¿Queremos ser la Merkel de España? Catalunya debe tener déficit fiscal porque su renta per cápita es mayor, pero debe haber un límite razonable. Apriorismos como el 'España nos roba' o eso de que con la independencia nos caerían de golpe 16.000 millones de euros... Eso no es verdad.

-Ese discurso cala poco.

-Porque los que no somos independentistas jugamos a la contra: entendemos que haya gente que defienda la independencia, pero pocos de ellos entienden que nosotros no estemos a favor. Tsipras podría contar qué significa soberanía en el siglo XXI: en Grecia hicieron un referéndum, decidieron; el problema es que no podían decidir.

-Si el 27-S no hubiera una mayoría absoluta independentista, ¿qué otra combinación de gobierno sería factible?

-Si Junts pel Sí no obtiene el resultado esperado, deberá aceptar que el camino no es la independencia. Pase lo que pase el 27-S, los partidos tendremos que hablar porque Catalunya necesitará un Govern, a ser posible más escorado a la izquierda que el actual.

-¿El PSC podría investir 'president' a Mas para evitar otro anticipo electoral?

-No. Mas ha quemado todas sus naves con la independencia; si no saca el resultado esperado se tendrá que retirar. Ni Mas ni Rajoy pueden resolver este problema.

-¿Se ve en un Govern de concentración de centroizquierda?

-En un Govern de izquierdas, si es capaz de gobernar y no solo de protestar, claro que estaríamos. Espero que haya la inteligencia necesaria para evitar otras elecciones al cabo de pocos meses.

-¿Y se ve repitiendo como candidato a la Generalitat?

-Fíjese que ahora me veo hasta de 'president' de la Generalitat, porque me gustaría que después del 27-S hubiera un acuerdo amplio, y si mi candidatura ayudara a conformarlo, estaría disponible. Y, por supuesto, si se precipitaran unas nuevas elecciones al Parlament, volvería a estar a disposición del partido. Yo no estoy en política por ambición personal, sino por una ambición colectiva de proyecto político y también de país. Si mi candidatura puede ser útil, tanto para la presidencia de la Generalitat como para una nueva lista electoral socialista, aquí me tendrán.