Iceta llama a la fraternidad con el PSOE pero reivindica la soberanía del PSC

En el último mes no ha habido fin de semana sin movida en el PSC. Primarias, comité federal del PSOE para decidir qué hacer con Mariano Rajoy, investidura en la que los socialistas catalanes rompieron la disciplina de voto y, este fin de semana, su propio congreso. Una cita marcada, pues, por la tensión manifiesta en las relaciones con el PSOE. En el primer día del cónclave, el reelegido primer secretario, Miquel Iceta, ha reivindicado el 'no' del PSC a Rajoy y la soberanía de su partido respecto del PSOE, pero a la vez ha defendido la fraternidad con los socialistas de fuera de Catalunya.

Este viernes ha arrancado en el Palau de Congressos de Barcelona el 13º congreso de los socialistas catalanes, que además de para ratificar a Iceta como líderIceta , sirve para marcar el rumbo de cara a unos próximos años que se atisban tumultuosos en todos los frentes. En su informe de gestión, aprobado por unanimidad, el primer secretario no ha perdido la ocasión de lanzar una pulla a la gestora del PSOE, recordando que el PSC también creó una antes de la dimisión de Pere Navarro en el 2014. "Duró tres semanas. Las gestoras son para tiempos breves", ha soltado con su proverbial ironía, provocando risas entre los dos millares de asistentes.

La nueva ejecutiva del PSC nace con fórceps y de madrugada

Iceta recogió entonces un partido fracturado por el derecho a decidir y se ha pasado dos años intentado recoserlo, achicando agua para evitar un hundimiento electoral. Estabilizó la nave, pese a que ha ido perdiendo votantes en las cuatro contiendas electorales, y ahora tiene el reto de empezar a remontar, "recuperando la credibilidad" e intentando marcar un perfil propio frente al pujante 'colauismo'. "La unidad socialista no se hizo para ser un partido del 12%, sino para ser una fuerza mayoritaria al servicio del pueblo (...). No somos el partido que

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éramos, pero nos gustaría volver a serlo". Una misión en la que le puede ayudar, paradójicamente, el hecho de haberse enfrentado con el PSOE por la investidura de Rajoy.

En medio del terremoto del PSOE, Iceta ultima con secretismo su nueva ejecutiva. Habrá que ver también si integra en la nueva cúpula a personas cercanas a la candidatura de su rival Núria Parlon en las primarias y qué papel juega la actual viceprimera secretaria. Una de las peticiones de la alcaldesa de Santa Coloma de Gramenet era que Assumpta Escarp dejara de ser portavoz y secretaria de organización. En principio, Escarp tenía decidido no repetir en el cargo, pero no se descarta que siga en la ejecutiva. 

SIN FRONTERAS CON FERRAZ

El elemento de la ponencia congresual que se antojaba más espinoso, la consulta a la canadiense, saltó finalmente del redactado final. Pese a ello, puntos como el que plantea un acercamiento a los 'comuns' para crear una "alianza catalana de progreso" pueden animar el debate. Pero la principal duda ahora es la relación con el PSOE. "El PSC no depende solo de un protocolo, sino de la voluntad de la gente que forma parte de él, de los ciudadanos que nos dan su apoyo, para hacer una sociedad más justa, una Catalunya más libre, una España federal. Y no cederemos en este objetivo", ha advertido Iceta, contrario pese a ello a romper el protocolo de unidad que hermana a ambas formaciones desde 1978. Como ha señalado el primer secretario, la nueva ejecutiva deberá preservar "la fraternidad y estima de los socialistas de España, hermanos de los que no nos queremos separar ni un solo milímetro".

Aunque han acudido miembros del PSOE como Francina Armengol (presidenta de Baleares que ha sentenciado que no entiende "un PSOE sin el PSC ni una frontera entre compañeros y compañeras"), ni el presidente de la gestora, Javier Fernández, ni ninguno de los representantes de la gestora tiene previsto asistir. Una gestora que ya perfila un nuevo modelo de relaciones y se plantea la salida del PSC de los órganos del PSOE "No se puede dirigir el PSOE solo desde la calle de Ferraz", ha afirmado Iceta, subrayando que las voces territoriales "no solo tienen que ser respetadas, sino escuchadas e incorporadas a la dirección".