POLÉMICA REFORMA GUBERNAMENTAL

El ministro del Interior admite cambios de última hora en el polémico proyecto de seguridad ciudadana

El ministro Jorge Fernández Díaz, el 31 de octubre, en el Congreso.

El ministro Jorge Fernández Díaz, el 31 de octubre, en el Congreso.

GEMMA ROBLES / JUAN RUIZ SIERRA / Madrid

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El  ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha admitido este miércoles que habrá cambios de última hora en el polémico proyecto de <strong>seguridad ciudadana</strong> que pretende llevar al Consejo de Ministros del próximo viernes y que, entre otras cosas, sanciona las manifestaciones ante instituciones del Estado o los escraches. "El proyecto está aún abierto", apuntó, agregando que se están recibiendo sugerencias desde todos los ministerios y que ya hay algún asunto, como las concentraciones ante el Congreso, que está siendo "reconsiderado" sobre su plantamiento inicial.

De hecho, la comisión de secretarios de Estado y subsecretarios que preside la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha analizado por segunda vez este miércoles por la mañana el texto que se gestó en el Ministerio del Interior y que, de forma genérica, fue explicado a la prensa en un 'breafing' que tuvo lugar hace más de una semana en la sede del ministerio y que levantó gran polvareda mediática y respuesta social.

Según fuentes gubernamentales consultadas por EL PERIÓDICO, en Moncloa ya se decidió hace días que había que "retocar" ciertos aspectos de la 'ley Fernández' para rebajar la polémica, pero sin perder la esencia y los objetivos que persigue la nueva norma. Así, y a la espera de que lo confirme el Consejo de Ministros, se habrían introducido matices, por ejemplo, en lo que concierne a las manifestaciones frente a las Cortes: la idea original del ministro era calificar de sanción "muy grave" la concentración ante el Congreso sin comunicación previa, estuviera o no reunido el Pleno. Multa de hasta 600.000 euros. Eso podría cambiarse de forma que se castigue esa concentración "si es ilegal" y solo en caso de "pertubar la seguridad ciudadana".

Durísimo rifirrafe con los socialistas

Antes de confirmar a la prensa que su propuesta está siendo 'peinada' en la comisión que dirige Santamaría, el titular de Interior protagonizó un agrio y durísimo debate parlamentario con el diputado socialista Eduardo Madina. A raíz del proyecto de seguridad del Gobierno, Madina achacó al Ejecutivo popular una "intentona antidemocrática" y un retroceso en derechos fundamentales que, según anunció, podría acabar en el Tribunal Constitucional (TC), además de tener una importante respuesta en la calle a la que se sumará el PSOE.

Mucho se enfadó Fernández Díaz con esos comentarios, hasta el punto de que culpó a su interlocutor de trufar su intervención de "tonterías y ridiculeces". "¿Pero quién se ha creido usted que es, señor Madina?; ¿a quién pretende impresionar?", le dijo, entre otras muchas cosas, un ministro que, sin respetar a la presidencia de la Cámara, se permitió mandar callar en varias ocasiones a la bancada socialista. Además, se preguntó en voz alta cómo se atrevía el grupo socialista a adelantar que pensaba llevar al Constitucional un anteproyecto de ley que no conocía ni tenía en su poder.

"Pesadilla ideológica"

En ese momento, el diputado Madina volvió a la tribuna del hemiciclo y exhibió un documento con el membrete del Ministerio del Interior que, según los socialistas, es el borrador del polémico anteproyecto que pretende poner límites al derecho a la manifestación. El ministro insistió en que su iniciativa aún está por cerrarse de forma definitiva. El PSOE insiste en que ese texto, al que ha tenido acceso EL PERIÓDICO, es el que se estaba manejando hasta ahora y en el que está plasmada la "pesadilla ideológica" que el PP quiere imponer a la sociedad para "socializar el miedo".