EL PULSO SOBERANISTA

5 meses, 5 interrogantes

Reunión del Consell Executiu, el pasado martes, en el Palau de la Generalitat.

Reunión del Consell Executiu, el pasado martes, en el Palau de la Generalitat. / periodico

FIDEL MASREAL / BARCELONA

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A cinco meses de las elecciones más decisivas para el soberanismo en décadas, las del Parlament del próximo 27 de septiembre, sobre el Govern CDC penden cinco grandes interrogantes sobre los propios comicios y, sobre todo, lo que pueda suceder el día después.

LA MOVILIZACIÓN

En busca de apoyo social a la secesión

Es un secreto a voces: al independentismo le faltan apoyos para convertirse en netamente mayoritario. "Debemos insistir en la vinculación entre independencia y justicia social", no paran de repetir los dirigentes de CDC. Pero para ello, aceptan en el soberanismo, sería necesaria una campaña permanente en la Catalunya menos proclive a la secesión. Y esa campaña se hace difícil cuando el Govern se mantiene a una distancia prudencial de movimientos sociales como el de la lucha contra los desahucios (la PAH) y la pobreza energética o mantiene posiciones muy criticadas en la gestión de la sanidad. En cambio, la Assemblea Nacional Catalana (ANC) ha firmado recientemente acuerdos con la PAH y la ILP contra la pobreza energética. La versión optimista en Convergència es que la campaña de soberanía y justicia social irá 'in crescendo' después del período estival.

ERC

Segunda intentona por la lista única

Las relaciones con el socio de Govern son indisimuladamente frías. Esquerra mantiene una distancia sideral con el Govern en áreas como la sanidad y la construcción de estructuras de Estado, así como en detalles del Parlament, como la gestión de la ciberseguridad. CDC no perdona a los republicanos que hayan rechazado la lista única de Artur Mas. De poco parecen haber servido los asesores del Govern propuestos por los republicanos para limar distancias. Y acudir a las urnas con una batalla con el otro principal abanderado del soberanismo hace que Convergència tema por la difícil gobernabilidad del 28-S, en especial si con ERC no suman mayoría absoluta y el Govern debe recurrir al apoyo de la CUP para navegar hacia la Ítaca independentista. Los dirigentes de CDC quieren que tras las municipales Mas haga un último intento en favor de la lista única, pero tienen escasa fe en que ERC dé su brazo a torcer.

ACCIÓN DE GOVERN

Pedagogía de la gestión más allá del proceso

Más de un miembro del Consell Executiu echa en falta que se difunda con más ahínco la acción sectorial de las 'conselleries' y que el proceso soberanista no monopolice la actuación pública. Esgrimen la mejora de los indicadores económicos u otros pequeños avances en áreas a las que, lamentan, no se da relieve. Creen que el 27-S no solo se jugará en clave nacionalista, dada la situación de crisis económica y paro y el impulso de nuevas fuerzas políticas. Otros esgrimen que la caja de la Generalitat es tan escasa que poco margen hay para vender obra de Gobierno. Mas se autoimpuso en su comparecencia del 17 de febrero un numeroso paquete de leyes (Servei d'Ocupació, Formación Profesional) y medidas sociales y el avance en las estructuras de Estado. Está por ver si en el margen de tiempo que le queda a la legislatura --la convocatoria electoral se realizará a principios de agosto-- se puede cumplir lo prometido.

REGENERACIÓN

La alargada sombra del 'caso Pujol'

Sobre CDC pende la espada del 'caso Pujol' y del 'caso Palau'. El partido está en plena "refundación", pero de forma gradual, al más puro estilo convergente. Sin embargo, la tensión entre las tendencias más conservadoras y las regeneracionistas son evidentes a la espera de que todas las medidas éticas y de funcionamiento interno en la elección de listas o financiación de CDC se concreten. La cada vez más clara eclosión de Podemos Ciutadans en el mapa político cara al 27-S lleva a miembros del Govern a dudar de que la apuesta del avance electoral sea una buena idea. Si pudieran, darían marcha atrás y agotarían la legislatura. Pero nadie cree que Mas, que se define como un hombre de palabra, decida cambiar de idea y no convoque las elecciones, aunque el panorama político posterior sea más bien confuso, en lo que a la ruta soberanista se refiere.

UNIÓ

Atentos a los pasos que realice Duran

CDC mantiene un prudente silencio sobre el debate interno en Unió, pero los convergentes no esperan nada bueno. En el mejor de los casos, una ruptura interna en el seno de los democristianos, aunque al final se acojan al plan independentista fijado con ERC y las entidades soberanistas. El líder democristiano, Josep Antoni Duran Lleida, se ha borrado prácticamente del todo, y una lista el 27-S sin Unió, o con un nuevo partido de centro como podría ser la plataforma Construïm, no haría sino trocear aún más el mapa soberanista en varias listas, lo cual va en el sentido opuesto al que Mas reclamó en su conferencia de noviembre: una sola lista de país para que los comicios se parezcan lo más posible a un plebiscito. Sin duda, CDC no cederá un ápice en su objetivo independentista, pero tener o no a UDC a su lado puede generar todavía más ruido a un panorama especialmente volátil.