ENTREVISTA A LA PRECANDIDATA A ENCABEZAR LA LISTA ELECTORAL DEL PSC

Meritxell Batet: "La abstención es el gran rival en estas elecciones"

"Mejorar un poco el resultado del 20 de diciembre ya sería indicativo de la fortaleza del PSC"

Meritxell Batet durante la ejecutiva del PSC

Meritxell Batet durante la ejecutiva del PSC / periodico

ROGER PASCUAL / BARCELONA

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Meritxell Batet ha aceptado ser el relevo de Carme Chacón al frente de la lista del PSC para el Congreso. Pese a que su intención era repetir como número 2 de Madrid, tras el adiós de la exministra de Defensa está dispuesta a ser la cabeza de lista en Catalunya. Batet lo comunicó este viernes en la ejecutiva del PSC. Carles Martí, el otro precandidato, volvió a mostrarse dispuesto a evitar las primarias si se llega a un acuerdo sobre las polémicas listas del pasado 20-D.

–¿Cómo sienta a una persona acostumbrada a estar en un segundo plano pasar al primer plano?

–Que te propongan encabezar una lista del PSC es para estar contenta. Para mí es un reconocimiento, un orgullo, es inevitable. Pero también es una responsabilidad enorme. El momento es complicado, las circunstancias lo son y ha sido muy precipitado. Efectivamente la política tiene estas dos caras: una de mucha visibilidad pero otra de mucho trabajo detrás, el trabajo de fondo en base al cual luego tienen éxito las políticas.  Y es  verdad que tengo predilección por la segunda parte. A veces toca tomar este protagonismo y poner la cara, pero lo importante es no perder de vista el trabajo de fondo, que siempre es fundamental.

–¿Qué la ha hecho decidirse?

–Que me he sentido muy acompañada en la decisión. He recibido muchas llamadas, muchos mensajes, mucho apoyo. No solo del primer secretario del PSC sino también de muchos militantes y amigos de fuera del partido que no votarán en las primarias pero sí en las elecciones.

–Ha dicho que no hubiera presentado candidatura si Chacón no hubiera renunciado. ¿Qué le ha dicho?

–Si ella se hubiera presentado yo no lo habría hecho. Me ha ofrecido todo su apoyo, que está dispuesta a ayudarme en lo que haga falta. Cree que en estos momentos yo puedo estar más capacitada para afrontar estas nuevas elecciones. Y ha preferido dar un paso atrás y le agradezco muchísimo sus palabras me de apoyo.

–Cuando usted y Chacón entraron en el Congreso el PSC sacó 21 diputados y el 20-D se quedó en 8. ¿Qué sería para usted un buen resultado?

–Un buen resultado sería mejorar los resultados del 20-D porque es verdad que la situación política en España ha cambiado muchísimo respecto al 2004, no había dos fuerzas como Podem y Ciudadanos. Mejorar un poco el resultado anterior ya sería indicativo de la fortaleza del PSC

–Dígame una cosa que cambiaría de la campaña del 20-D.

–Estuve tan sumergida en la campaña de Madrid y por las Españas que la verdad no pude hacer un seguimiento profundo de la campaña del PSC. En campaña no tienes tiempo de nada. En los próximos días el objetivo es ver a mucha gente y recorrer  mucho territorio para tocar esa realidad fundamental para confecciones las políticas que luego queremos aplicar en el Gobierno.

–Parte de la estrategia del PSC el 20D fue decir que Ciutadans y el PP eran lo mismo. ¿La repetiría? 

–PP y C’s están muy cerca ideológicamente, pero ha quedado claro que su actitud es muy diferente. El PSC sigue muy alejado de Ciudadanos y del PP pero sus actitudes han sido muy diferentes, con eso se puede construir algo positivo.

–¿El acuerdo con C’s les puedes pasar factura en las elecciones?

–El contenido del acuerdo es muy bueno, con políticas contra la crisis social, económica e institucional que podrían estar aplicándose y no ha sido posible. Pienso que el acuerdo con C’s puede tener alguna repercusión o crítica por cuestión nominal pero nunca por contenidos del acuerdo

–¿En qué momento dio por perdidas las negociaciones de investidura?

–Tras la rueda de prensa de Iglesias el día después de la reunión a tres pensé que no había voluntad de acuerdo, sensación que no tuve durante la reunión.

–¿Sería mejor unas terceras elecciones o la gran coalición?

–Ninguna de las dos. La gran coalición es imposible con el PP actual. No se trata de vetar siglas como PP o a un líder como Rajoy sino que el problema es de fondo. De políticas y cómo entiende la política el PP. Queremos modificar su reforma laboral, derogar la ley mordaza, reconquistar muchas libertades recortadas, paralizar la LOMCE, atender emergencias sociales... tantas cosas que hemos reclamado y que no han querido atender o escuchar.

–¿El gran rival es la abstención?

–Seguramente será el gran rival a batir en estas elecciones. Tras la decepción, frustración, impotencia que la sociedad española puede sentir al ver que las fuerzas políticas no han sido capaces de llegar a un acuerdo podría llevar a la desmovilización. La participación en elecciones siempre es positiva y ahora es más necesaria que nunca porque cuanta más gente vaya a votar más obligados no sentiremos los partidos políticos a dar una respuesta a la altura.

–Las listas del 20-D fueron muy controvertidas. ¿Es partidaria de mantenerlas intactas? Carles Martí reclama modificarlas para retirar su candidatura.

–Hay mucho talento dentro y fuera de las listas. Se pueden repensar, pero es una decisión que se debe tomar de forma colegiada entre militantes y dirigentes. Con Carles compartimos lo esencial: proyecto, visión de país, objetivos de Gobierno transformador, hacer de España un proyecto atractivo para Catalunya. Y para eso es necesario un presidente socialista. Estoy convencida de que nos entenderemos y ofreceremos un proyecto sin fisuras. 

–Uno de las personas que mejor la conoce alaba su «catalanismo ponderado y racionalidad española». ¿Se ve reflejada en esa descripción? 

–Mucho. Tengo un sentimiento catalanista muy fuerte, es la aportación a la gobernabilidad que hace a España mejor. Y es ponderada porque no pretende imponer nada pero sí tener su sitio. Y a la vez que me siento muy catalana y barcelonesa también me siento orgullosa de pertenecer a un país como España que ha logrado, tras 40 años de dictadura, en muy poco tiempo una madurez democrática y un desarrollo muy excepcional.