LA REVISIÓN FISCAL

Mas sugiere que la supresión del tributo de sucesiones será parcial

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"Un error de impericia". Así definieron fuentes cercanas a Artur Mas las declaraciones del secretario del Govern, Germà Gordó, sobre la supresión del impuesto de sucesiones, en las que aseguró que el tributo seguirá vigente en las herencias a partir del tercer grado; es decir, que solo saldrán beneficiados los legados entre cónyuges, entre padres e hijos y entre abuelos y nietos (Gordó incluyó también en el paquete a los hermanos, pese a que la normativa los incluye en el tercer grado). Ni Mas ni nadie de su entorno desmintió ayer al secretario del Govern, y, de hecho, el propio president dio a entender que, en efecto, la supresión del impuesto no será total; pero las citadas fuentes sí lamentaron que Gordó hubiera transmitido la idea de que el Govern renunciaba a cumplir su compromiso electoral.

En el Ejecutivo catalán se insiste en que no se ha cambiado de criterio y en que Gordó se equivocó al trasladar "la percepción política" de que el Govern matizaba la supresión de este tributo. Por si restaban dudas, el propio Mas aprovechó un acto con empresarios para reafirmar la promesa de los nacionalistas. "Ha habido una cierta polémica sobre el impuesto de sucesiones. Que si se hará así o asá. Lo que pretendo es cumplir un compromiso electoral y que la gente que se ha esforzado y no se ha gastado el patrimonio consiga que se quede en el ámbito familiar sin tener que pagar más. Quedará igual o mejor que en Madrid y Valencia", aseguró. En las dos comunidades que el presidente citó se ha suprimido solo para cónyuges e hijos.

Las declaraciones de Gordó provocaron un evidente malestar en Unió. El conseller de Agricultura y secretario general de los democristianos, Josep Maria Pelegrí, recordó que la supresión total del impuesto es un compromiso de nacionalistas: "Unió no tiene intención de incumplir el programa electoral de CiU. No hay más discusión". Los partidos de izquierda subrayaron las contradicciones internas entre los socios de CiU y el PP catalán advirtió a Mas de que no suprimir la totalidad del tributo sería un mal precedente de cara a negociar los presupuestos.

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