Mas: «Los casos de corrupción no existen hasta que se demuestran»

Defensa sin fisuras. Convergència está avalando, por el momento con mucha contundencia, la inocencia que proclama Xavier Crespo, diputado de CiU en el Parlament y exalcalde de Lloret. Tanto el presidente de la Generalitat, Artur Mas, como elconsellerde Empresa i Ocupació, Felip Puig, salieron ayer en defensa de su compañero de partido.

Mas recurrió al refrán que aconseja «separar el grano de la paja» para defender que el caso del diputado gerundense no puede enmarcarse en la cascada actual de denuncias de actuaciones corruptas en instituciones y partidos. «La palabra de Crespo vale», afirmó con rotundidad, cuando se le preguntó en la rueda de prensa que ofreció tras reunirse con el alcalde de Barcelona, Xavier Trias. «Él [en referencia a Crespo] sigue diciendo que todo es falso y que no tiene que ver con la realidad; la corrupción no existe hasta que no se demuestra, es la palabra de unos contra otros y, si él lo dice, me fío porque hace muchos años que le conozco», zanjó el líder de CiU.

CIERRE DE FILAS / Una defensa rotunda que sigue el hilo pautado por la dirección del partido desde el primer momento. Se trata de tomar como ejemplo la decisión que adoptaron el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya y el juzgado de Blanes de no aceptar la investigación sobre Crespo. Investigación que, por contra, sí ha decidido asumir la fiscalía anticorrupción.

Esta es la consigna que todo el partido ejecuta, insistiendo en la confianza en el exalcalde. «No tengo ninguna duda de que no tiene ni idea» de las actuaciones de la mafia rusa, afirmaba ayer un alcalde convergente. Es lo mismo que Puig transmitió en público. «Tengo plena confianza personal, política y profesional» en Crespo, sostuvo el dirigente nacionalista en declaraciones a TV-3. Con todo, cuando fue nombradoconsellerde Interior, la pasada legislatura, Puig no llegó a fichar a Crespo como secretario de Seguretat. Según el ahoraconsellerde Empresa, la decisión última se tomó en base «a una reflexión personal».

Más allá delcaso Crespo, elpresidentaludió al debate abierto sobre cómo combatir la corrupción y la exigencia de emprender medidas concretas de regeneración democrática. En este ámbito, el discurso de Mas no ha cambiado. Primero, defensa de los suyos. Segundo, una referencia a las actuales normas y controles, que, a su juicio, ya son «muchos». Y a partir de ahí, predisposición a discutir nuevos cortafuegos.

COMPORTAMIENTO INDIVIDUAL / Sin embargo, el líder de CiU dejó la tarea en manos del Parlament. Con una condición: «Se trata de tomar medidas que tengan un sentido, que se puedan cumplir y se cumplan y no sean simplemente sobreactuar».

En definitiva, el papel del Govern en este combate será de acompañamiento. «Y en último término -avisó Mas- los comportamientos individuales son básicos por muchas normas legales que haya» al respecto.