Mas llama a participar el 9-N sin vías alternativas

El 'president' Mas, junto al líder del PSC, Miquel Iceta, ayer.

El 'president' Mas, junto al líder del PSC, Miquel Iceta, ayer.

FIDEL MASREAL / BARCELONA

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Cuando el 28 de octubre se aprobó la ley de consultas, el president Mas salió del Parlament y se dirigió a un grupo de manifestantes independentistas, que le preguntaron: «¿Votaremos?» Su respuesta: «Lo procuraremos». Ayer, a cuatro días del 9-N, y con otra suspensión del Tribunal Constitucional a sus espaldas, Mas afirmó: «No sé qué encontraremos de aquí al domingo; en lo que depende de nosotros, va adelante; estamos absolutamente determinados y decididos».

En su primera intervención tras la suspensión del proceso participativo por parte del TC, Mas aparentó firmeza y convicción e hizo un llamamiento a la ciudadanía a que participe (no habló de votar) sin miedo el domingo en defensa de valores fundamentales: la libertad de expresión, participación e ideológica.

La conferencia que pronunció en el Nueva Economía Fórum fue un gesto de autoafirmación. Tanta, que llegó a asegurar: «Podemos conquistar el espíritu de muchos españoles si nos ven firmes en el ejercicio de nuestros derechos fundamentanles, que también son los suyos». Una vehemencia que no esconde la gran preocupación de CiU: que llegue una orden judicial ejecutiva contra el 9-N que los Mossos d'Esquadra deban cumplir.

CIVISMO / No habló de ello Mas ayer, ni hubo opción de preguntarle. El president optó por mostrar su rostro más relajado e incluso bromeó sobre las palabras de un tertuliano pidiendo que se le encarcele: «No pasa nada… espero». El público soltó una carcajada. Y eso sirvió al líder de CiU  para liberar tensión y lanzar uno de los mensajes que llevaba en cartera: «Calma y serenidad». Y es que se acercan días y horas decisivas y Mas quiso preparar el terreno para actuar el domingo con «civismo ejemplar». Y con pulcritud democrática y «respeto legal». Mas ha explicado a menudo que el soberanismo no se ha de hacer a costa de poner en riesgo la unidad social catalana, Ayer Mas avisó de nuevo de que estos próximos días es «más importante que nunca actuar con un civismo ejemplar».

La intervención de Mas no hizo demasiada gracia a los que eran sus aliados en el Parlament, ERC, cuya secretaria general, Marta Rovira,  asistió al acto y escuchó cómo el líder de CiU se quejaba de que «el Govern se ha quedado en minoría» por proponer el proceso participativo, que para Esquerra ha sido una marcha atrás unilateral de Mas (a la que finalmente ha dado apoyo táctico).

Mientras, la consigna en CDC y el Govern no es otra que la de seguir adelante. No hay plan alternativo para situar las urnas en otra ubicación, ni para dar marcha atrás a la web que explica el proceso. Excepto si llegan órdenes ejecutivas y muy directas desde Madrid.

CARTA A RAJOY / Y el lunes, 10, en el que pase lo que pase se abrirá otra etapa, Mas anunció que enviará una carta al presidente del Gobierno pidiéndole de nuevo un proceso de diálogo cara a llevar a cabo «un referéndum de forma definitiva». Parece la repetición de una jugada ya vista. Mas dijo hace tres semanas que el referéndum definitivo serían unas elecciones plebiscitarias.