CITA CON LAS URNAS

Mas condiciona las mejoras sociales a lograr el Estado propio

El pare Manel, Artur Mas, Viqui Molins y Josep Maria Forné, ayer, en el acto de Junts pel Sí en Barcelona.

El pare Manel, Artur Mas, Viqui Molins y Josep Maria Forné, ayer, en el acto de Junts pel Sí en Barcelona.

FIDEL MASREAL / BARCELONA

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Gobierne quien gobierne en Catalunya, sea de derechas o de izquierdas, no podrá incrementar la inversión social si no es mediante un Estado propio. Este es el mensaje que el 'president' y candidato de la lista de Junts pel Sí, Artur Mas, desplegó este sábado en un acto de campaña dedicado al bienestar social en Barcelona.

«No critico a quienes dicen que hay que cambiar el Gobierno para hacer las cosas mejor, pero han de tener la honestidad de decir que por mucho cambio de Gobierno que haya, mientras los recursos sean los que son, llegaremos donde llegaremos, que no será muy lejos», aseveró. Y puso como ejemplo que hasta la tesorería del Govern ahora mismo «depende de Madrid». En concreto, del Ministerio de Hacienda.

Lo dijo ante diversos representantes de las entidades sociales, en la sede del grupo TEB, dedicado a la inserción de personas con discapacidad intelectual. Un acto en el que reconoció las deudas pendientes con el llamado tercer sector social y las farmacias. Denunció el ahogo estatal y que, a la hora de priorizar, el Govern está obligado por ley a empezar por pagar los intereses de la deuda y después las nóminas.

Una de las promesas programáticas de Junts pel Sí es convertir la actual renta mínima de inserción, conocida popularmente como la PIRMI, en una renta de ciudadanía, como reclama desde hace años el tercer sector y como aparecía ya en el pacto entre CiU y ERC en el 2012.

Mas confirmó que este es uno de sus objetivos pero avisó de que este proyecto tiene a la vez un aspecto positivo -que se apoye a las personas que «se quedan atrás»- y otro con el que «hay que ir con cuidado», que es el riesgo de que «cronifiquemos a personas que simplemente vivan de un subsidio sin otro estímulo, y esto no es bueno para nadie, tampoco para ellos». Ahondando en esta idea, el líder de CDC hizo suyas unas palabras previas de la monja Viqui Molins, que había intervenido justo antes: «Viqui decía ahora que se ha encontrado a mucha gente cuya aspiración es vivir de la PIRMI».

POBREZA ENERGÉTICA

Otra de las promesas electorales es la de recuperar el decreto de pobreza energética que el Gobierno del PP logró parar llevándolo al Tribunal Constitucional por vulneración de competencias. Un decreto que, por otra parte, las entidades sociales consideraron muy poco ambicioso por las limitaciones que puso para acceder a tal prestación. Mas esgrimió que el Govern había invertido diez millones de euros en la actualización de las ayudas pero no concretó si su intención es ampliar los márgenes para que de forma más ágil se puedan beneficiar de las ayudas los que las requieren. E insistió en el mensaje central: no puede haber una política social más ambiciosa mientras Catalunya siga vinculada al Estado. Con todo, defendió que su Govern ha marcado líneas rojas y ha aumentado el dinero destinado a la renta mínima.

Mas también reflexionó sobre una de las frases de su programa, que afirma que el elevado índice de paro, entre otros factores, es «el resultado de políticas equivocadas». El 'president' defendió un cambio de modelo productivo e incluso de la legislación laboral, para ir hacia la llamada 'flexiseguridad', la que aplican países del centro y norte de Europa, basada en proteger al trabajador pero también facilitar la flexibilidad de las empresas, mediante un pacto en el que sindicatos, gobiernos y parlamentos van de la mano.

El acto contó también con el apoyo del pare Manel, que forma parte de la lista de Junts pel Sí, y del cabeza de lista por Lleida y responsable territorial del Banco de los Alimentos, Josep Maria Forné, quien también pidió «que nadie se instale en la subsistencia asistencial». El pare Manel pidió disculpas a quienes discrepen del paso político que ha dado. «Me dedico a trabajar para que la gente no entre en la cárcel», esgrimió. «Estoy abierto a todos y siempre he procurado estar con la gente sin mirar el color ni el carnet del partido».