SESIÓN DE CONTROL EN EL PARLAMENT

Mas aplaza las ayudas sociales por el retraso del presupuesto

El presidente de la Generalitat, Artur Mas, interviene en la sesión de control, ayer en el Parlament.

El presidente de la Generalitat, Artur Mas, interviene en la sesión de control, ayer en el Parlament.

JOSE RICO / BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Primero lo utilizó como elemento de presión a Esquerra cuando esta rechazaba volver a aprobar un presupuesto autonómico. Ayer, el mismo argumento le sirvió como látigo contra el PPC tras su decisión de impugnar los presupuestos del 2015 y, con ello, retrasar un mes la entrada en vigor de las nuevas ayudas sociales. El presidente de la Generalitat, Artur Mas, alertó de que, mientras no haya cuentas nuevas, estas medidas deberán aplazarse porque el Govern apenas tiene margen para aplicarlas vía decreto. Descartaba así volver a recurrir el mecanismo de urgencia con el que, por ejemplo, reestableció la paga extra a los funcionarios, una solución de emergencia que ERC le sugirió para poner en marcha cuanto antes el nuevo fondo destinado a paliar la pobreza energética.

Mas se comprometió a estudiar si es posible salvar este mes lo más «imprescindible y urgente» de los presupuestos, pero enseguida matizó que las partidas que no constasen en las cuentas del 2014 difícilmente se podrán implementar si no se aprueban primero unas nuevas cifras. Además de los 10 millones de euros previstos para combatir la pobreza energética, el Govern recuerda que el retraso del presupuesto pospone los 16 millones complementarios para la renta mínima de inserción y los 17 millones para prestaciones ligadas a la ley de dependencia, entre otras partidas con fuerte carga social.

Todo ello sirvió en bandeja a Mas su habitual invectiva contra el PP de cada sesión de control parlamentaria. En este caso, acusó a los populares de permanecer «indiferentes» ante el «sufrimiento de la gente». Y trató de desmontar su argumento para llevar el presupuesto ante el Consell de Garanties Estatutàries al afirmar que las partidas soberanistas (las «estructuras de Estado») tan solo representan el 0,2% de las cuentas. En consecuencia, reprochó al PPC que «boicotee» el 99,8% restante y «condene» a los ciudadanos en situación vulnerable a percibir más tarde las ayudas solo por cuestiones «partidistas».

FALTA DE FINANCIACIÓN

Pese a la sensibilidad social que imprimió a su discurso cuando atacaba al PPC, Mas no fue tan benevolente con una medida en trámite en la Cámara y cuya aprobación ICV-EUiA cree que CiU dilata conscientemente: la iniciativa legislativa popular para una renta mínima garantizada. El 'president' no pareció muy dispuesto a acelerarla cuando advirtió de que la norma nacería sin suficiente dotación presupuestaria, por lo que podría generar la misma «frustración» que causó la ley de dependencia.

También los socialistas cargaron contra los presupuestos del Govern, cifras que tacharon de «engaño colosal» por incorporar 2.183 millones de euros en concepto de deudas pendientes que dependen de una negociación política con el Ejecutivo del PP. Una cantidad que el PSC censuró que figurase bajo un concepto distinto en la información remitida al Ministerio de Hacienda y a las instituciones europeas. El presidente catalán se defendió asegurando que el departamento que dirige Cristóbal Montoro ha validado las cifras presentadas por la Generalitat.