Mas anuncia hoy el relevo de Oriol Pujol para reforzar a CDC

Convergència dará hoy un paso adelante cara a solucionar uno de los problemas internos que más se habían enquistado en los últimos meses: la falta de un pilotaje claro al frente de una organización en la que su líder indiscutible, Artur Mas, no se dedica a la sala de máquinas, sino al Govern y al reto soberanista. El sustituto de Oriol Pujol tras su renuncia definitiva, imputado por tráfico de influencias y soborno en el caso ITV, se anunciará hoy en una comparecencia de Mas junto a Josep Rull, uno de los principales candidatos, y Lluís Corominas, que también podría recibir el encargo. Ambos han asumido hasta ahora las funciones de Pujol. El tercer nombre es el de Jordi Turull, jefe del grupo de CiU en el Parlament.

Rull es la persona más citada por los cuadros y militantes consultados sobre quién puede tomar el relevo de Pujol. Es el eterno aspirante. Ha visto siempre cómo su acceso al Govern de Mas no se materializaba. Y cuando Oriol Pujol dio el primer paso atrás, tampoco asumió él solo el peso de la secretaría general, sino con Corominas a su lado. Si Mas le escoge, estará respondiendo a lo que una buena parte del partido le pide: dar a las generaciones jóvenes y desacomplejadamente independentistas más poder para superar una imagen conservadora del partido, en el que la influencia del apellido Pujol y el de otros pesos pesados todavía parecía frenar medidas contundentes ante, por ejemplo, casos de presunta corrupción o imputación de cargos o alcaldes de la fuerza política.

SIN DOBLES LECTURAS / Pero Mas es un hombre prudente. Y lo que también se pretende evitar con la designación de hoy -que deberá ser ratificada en un consejo nacional en septiembre- es la lectura en clave sucesoria, y Rull es sin duda un aspirante a todo. El president ha anunciado que una vez esté encarrilado el proceso soberanista, cederá el testigo. Será entonces cuando quiere que se abra el melón del relevo. No antes.

La opción de Corominas como sustituto respondería a un perfil más de gestión diaria del partido, frente a la notable carga política que trasmite Rull. Si el presidente de la Generalitat optara por la extrema prudencia, podría designar a Jordi Turull, portavoz parlamentario muy bien valorado por sus compañeros.

Los cambios podrían ir más allá de la futura secretaría general. Las mujeres de CDC llevan meses reclamando más peso en la cúpula. Además, en Convergència se reivindica el papel de jóvenes alcaldes que, a las puertas de los comicios locales, podrían ganar peso. Las negociaciones sobre esta reordenación no han estado exentas de tensiones, según algunas fuentes del partido. Mas ha mantenido en los últimos días contactos con varios dirigentes. En ningún momento se ha planteado la opción de abrir el cargo a unas elecciones primarias. Todos coinciden en que manda y decide Mas.