Después de la foto

La ANC y Òmnium Cultural activaron hace una semana la llamada gigaencuesta para preguntar a miles de catalanes sobre cómo ha de ser la Catalunya independiente. Badalona fue el pasado sábado el escenario de una de las actuaciones grupales, en las que participaron caras conocidas como la consellera de Ensenyament, Irene Rigau, la periodista Karmele Marchante y el diputado de la CUP, David Fernàndez, y otros dirigentes políticos.

Tras la foto mediática, comenzó el trabajo real. Fuentes de los equipos que recorrieron Badalona (2.3000 voluntarios en total) reconocen que el éxito fue por barrios. La Salut, por poner un ejemplo, un distrito de clase trabajadora con fuerte presencia de ciudadanos procedentes de la inmigración española y extranjera, fue un duro estreno para los encuestadores. El testimonio de los voluntarios lo constata. Un equipo solo rellenó cinco encuestas de 50 intentos. En más de una ocasión, ni les abrieron la puerta. Otras veces, vecinos procedentes de países asiáticos o africanos, ni entendían las preguntas. Más de uno increpó a los encuestadores al grito de : «¡Catalunya es España!».

Hubo también sorpresas positivas. De los cinco que contestaron la encuesta, uno era un hombre procedente de Ecuador más independentista que la encuestadora misma.

El apoyo de los 'BTV'

En los equipos desplazados a La Salut no estaban caras como la de Rigau, a la que asignaron un territorio más favorable: el centro de la ciudad, que siempre ha mostrado más cercanía al nacionalismo. Allí se ha encuñado el término BTV (Badalonins de tota la vida) que es más que elocuente. Allí sí que se rellenaron buena parte de las encuestas.

Unas encuestas que, redactadas en catalán y castellano, dan por hecha la independencia. Por ejemplo, una de las seis preguntas es prácticamente una afirmación: «Hacer un país nuevo nos permitiría partir de cero y renovar la democracia». A partir de ahí, la pregunta: «¿Qué le parece más prioritario?» Y las opciones son: A) Regular los sueldos de los políticos y la acumulación de cargos; B) Evitar la corrupción con mucho más control, y C) Exigir transparencia para saber como se gasta nuestro dinero.

En el barrio de Montigalà, los voluntarios presentaban la encuesta sobre «la consulta unitaria». Ante lo cual, un vecino interrumpió: «Perdone, ¿a qué se refiere? No existe ninguna consulta unitaria». Tras una cierta vacilación, el encuestador matizó y logró las respuestas a las seis preguntas pero no los datos personales del encuestado. Le pidió permiso, eso sí, para anotar la ubicación del piso.

Al acabar le obsequió con un díptico con testimonios que piden «un país de donde no deba irme para encontrar trabajo», «con una ley electoral con listas abiertas», o «donde haya helado de postre cada día». Los voluntarios, compartieron vermut de clausura en la plaza Pompeu Fabra. En el centro. La Salut queda a dos paradas de metro y un paseo.