Los escándalos económicos

Mas afirma que se trata de un asunto «privado» y evita juzgarlo

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FIDEL MASREAL
BARCELONA

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Se trata de «un tema personal que no tiene que ver ni con Convergència ni con el Govern». De esta forma escueta zanjó el president Artur Mas una de las papeletas más serias para el partido que fundó, precisamente, Jordi Pujol. El jefe del Govern evitó cualquier tipo de censura, crítica o reproche a la irregularidad cometida por su antecesor al frente de CDC. La consigna en el partido, que ayer ejecutó, precisamente, el relevo de Oriol Pujol por Josep Rull, fue la de parapetarse tras el hecho de que lo sucedido es una cuestión personal.

«Es lo mejor que podía haber hecho», afirmaba en privado un destacado miembro de Convergència. Otros trataron de minimizar los hechos. «Todo es una herencia familiar mal gestionada», aseveraba un cargo de CDC, que subrayaba el origen honesto del dinero y comentaba que se trata de un caso de dejadez en los asuntos personales del expresidente de la Generalitat.

Pero algunos partidos no tardaron en poner el grito en el cielo por la confesión de Jordi Pujol. El portavoz del PPC en el Parlament, Enric Millo, juzgó «confusas» las explicaciones de Pujol y constató que «el engaño a todos los catalanes ha durado demasiado tiempo». El dirigente popular pidió que se aclaren todos los extremos del caso y, en concreto, el origen y la fecha de los fondos así como su evolución durante 30 años.

Millo recordó que CiU había considerado hasta ayer una difamación todas las informaciones sobre las cuentas de la familia Pujol en el extranjero. «No estaría de más, por responsabilidad, pedir disculpas a los catalanes», propuso. A partir de ahí, Millo ligó el caso con el proceso soberanista y se preguntó «si otras afirmaciones que hacen ahora con aseveración se acabarán demostrando que son mentiras interesadas, como que España nos roba».

Ciutadans fue más allá en su análisis del caso. A juicio del portavoz del partido, Matías Alonso, la confesión de Pujol no es espontánea, sino «fruto de las presiones judiciales a sus hijos». «Este intento exculpatorio no justifica el reciente trasiego de dinero hacia Andorra, ni la fortuna que se adivina en diversos paraísos fiscales y en millonarias inversiones en el extranjero», añadió.

LOS PRECEDENTES / El resto de fuerzas políticas optaron por guardar silencio. Cuando El Mundo publicó, en plena campaña electoral catalana del 2012, la existencia del borrador de un supuesto informe policial sobre cuentas en Suiza y Liechtenstein por parte de Pujol y Mas, el PSC y su candidato, Pere Navarro, reaccionaron con gran contundencia, exigiendo explicaciones al president al respecto, como también lo hizo el PPC. «Cada minuto que pasa sin dar explicaciones crece la sombra de la sospecha», aseguró Navarro en relación al líder de CiU.  La exministra Carme Chacón fue más allá y afirmó: «Quieren un Estado propio para apropiarse de él; para el dinero y los desfalcos no les importan las fronteras». Navarro, posteriormente, tendió la mano a Mas si negaba (como hizo) tener cuentas en paraísos fiscales.