Marruecos avisa al Govern de que cualquier visita a su país se debe hacer en coordinación con el Ejecutivo central

Dastis niega presiones para abortar la visita de Puigdemont al país vecino

El ministro de Exteriores marroquí, Nasser Bourita, y su hómologo español, Alfonso Dastis, este miércoles en Madrid.

El ministro de Exteriores marroquí, Nasser Bourita, y su hómologo español, Alfonso Dastis, este miércoles en Madrid. / periodico

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Marruecos ha avisado este miércoles al Ejecutivo de Carles Puigdemont de que cualquier visita que sus responsables pretendan hacer al reino alauí debe organizarse en coordinación con el Gobierno español, como no fue el caso del desplazamiento que preveía realizar el 'president' a primeros de mayo y que se vio obligado a suspender porque ninguna autoridad marroquí iba a recibirle.

El nuevo ministro de Exteriores marroquí, Nasser Bourita, que ha visitado Madrid para reunirse con su colega español, Alfonso Dastis, ha dejado claro en una rueda de prensa conjunta que "Marruecos mantiene y mantendrá siempre una estrecha concertación con las autoridades españolas en Madrid para la organización de este tipo de visitas".

Es decir, que no tiene ningún problema en recibir a presidentes autonómicos españoles siempre y cuando esas reuniones se hagan en coordinación y con presencia de la Embajada española en Rabat.

Aunque ha relacionado la negativa a recibir a Puigdemont a un "problema de agenda" respecto de la "única fecha" que el presidente de la Generalitat planteó para efectuar su visita -los interlocutores marroquíes tenían otro programa para esa fecha, ha dicho- ha querido insistir en que este tipo de desplazamientos, "para que tengan éxito", requieren de una "concertación y consulta previa" respecto del formato, fechas y programa.

DASTIS NIEGA PRESIONES

Por su parte, Dastis ha asegurado que el Gobierno central no hizo "ninguna presión" para intentar abortar el viaje de Puigdemont.

Este martes, la portavoz del Govern, Neus Munté, acusó de "obstrucción" al Ejecutivo de Mariano Rajoy y avisó de que las "trabas" de la diplomacia española perjudicaban sobre todo a las empresas. "El Gobierno no ha hecho ninguna presión para que el viaje se lleve adelante o no, ha habido un problema por incompatibilidad con las agendas de las personas a las que [Puigdemont] deseaba ver", ha añadido Dastis.