LA DIFÍCIL GESTIÓN DEL FINAL DEL TERRORISMO

Manrique acepta y cree el "arrepentimiento sincero" del jefe del comando de ETA que atentó en Hipercor

La víctima sale "tocado" del encuentro con el disidente de la organización terrorista

Roberto Manrique, a la llegada a la cárcel donde se va a reunir con el etarra Caride.

Roberto Manrique, a la llegada a la cárcel donde se va a reunir con el etarra Caride. / periodico

MAYKA NAVARRO / Vitoria

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El hombre que este mediodía ha entrado en lacárcel deZaballaa encontrarse, cara a cara, con el jefe delcomando Barcelona deETA que quiso matarle y asesinó a otras 21 personas, no es el mismo que ha salido por la misma puerta casi dos horas después.

"Estoy tocado", ha dichoRoberto Manrique, víctima deHipercor, tras entrevistarse hora y media con el disidente de ETA,Rafael Caride Simón, del que ha dicho estar convencido de su profundo arrepentimiento. A su manera, y así lo ha contado también Manrique, Caride Simón le ha pedido perdón. "En muchísimas ocasiones, ha sido imposible contarlas, me ha expresado su profundo malestar, sentir y arrepentimiento por lo que ha hecho", ha dicho.

La víctima ha aclarado cómo el disidente de ETA le ha asegurado que su condición de no creyente, ni católico convertía en papel mojado cualquier petición de perdón del que para él "solo tiene potestad la Iglesía". Pero Manrique ha agradecido la sinceridad y le ha bastado. "He visto a un hombre roto, destrozado. En algunos momentos no podía mirarme a la cara, y era cuando se refería a Hipercor. Pero en las frases claves relacionadas con el arrepentimiento y el lamento, entonces sí, entonces me ha mirado a la cara sin pestañear. Y he visto a un hombre sincero", ha comentado Manrique en declaraciones a EL PERIÓDICO.

Recomendación a las demás víctimas

Ni Manrique podía imaginar que la entrevista se iba a desarrollar en los términos que se ha producido. "Del uno al diez, puntuo con un diez el encuentro", ha asegurado. Y ha dicho que volvería a venir a la cárcel las veces que haga falta, a acompañar a otras víctimas, a las que ha invitado a estar cara a cara con los terroristas, porque a él, el encuentro le ha sido beneficioso.

Tal como ha dicho, Manrique no ha tendido la mano a Caride Simón. Y eso que al final, el disidente de ETA se ha intentado acercar y se la ha ofrecido a modo de despedida. "Le he frenado y le he explicado mis razones para no darle la mano. Y la verdad es que lo ha entendido perfectamente", ha agregado.

Al salir de la prisión, con otro tono diferente al que había utilizado antes de entrar, Manrique ha pedido al Gobierno de Mariano Rajoy que mantenga la celebración de los encuentros. "Que no se frenen, porque alimentan la fractura en el seno de los presos de ETA y eso es bueno para todos", ha dicho. Y ha querido agradecer muy especialmente la labor del director de la cárcel de Zaballa, que durante años dirigió la antigua prisión de Nanclares de Oca,Juan Antonio Pérez Zárate, y a su equipo de funcionarios de prisiones que trabajan estrechamente con los presos disidentes de ETA. "Gracias por su trato, su trabajo, por su labor silenciosa, por su dedicación. Sin ellos, todo esto sería imposible", ha declarado.

El 25º aniversario de la matanza

A las cuatro de la tarde, Manrique se ha subido a un tren de regreso a Barcelona. A esa hora, nadie delGobierno central le había llamado todavía para preguntarle cómo había ido la entrevista.

Manrique, que a esa hora todavía no había podido hablar por teléfono con Esperanza, su mujer, colapsado por llamadas de amigos, otras víctimas y medios de comunicación, comentaba irónico, cómo era posible que siendo, como todavía es, socio de la asociación de víctimas del terrorismo de Catalunya, no haya sido invitado al acto solemne que se celebrará el martes en Barcelona con motivo del 25º aniversario de la masacre de Hipercor. "“En el fondo, ha sido más importante estar hoy aquí", ha dicho y se ha subido al tren de regreso a su casa.