La mano de Artur Mas

Las formas de CDC difieren muy poco de la que gobernó el país durante tres décadas

NEUS TOMÀS

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Hace tres semanas, un juez condenó al exdiputado y exalcalde de Lloret, Xavier Crespo, a nueve años y medio de inhabilitación y una multa de casi medio millón de euros por sus negocios con la mafia rusa. Su partido, Convergència, se limitó, a preguntas de los periodistas, a afirmar que Crespo ya no era militante, sin concretar si se había ido o le habían echado. ¿No hubiese mejor comparecer para anunciar públicamente que Convergència había expulsado a este dirigente por lo que había hecho y reconocer que todos aquellos que dieron la cara por él se habían equivocado?

Sirva este caso de ejemplo de que algunos hablan mucho de la nueva política y la practican muy poco. La sentencia del caso Crespo se produjo en plena negociación entre Junts pel Sí y la CUP y tal vez por ello, a algunos, por ejemplo a ERC, les pasó desapercibida. ¿Se puede fundar una república sin garantizar que se abandonan viejas prácticas del todo rechazables? En octubre del 2012, en una entrevista en este diarioArtur Mas, aseguró que ponía la mano en el fuego por Oriol Pujol Ferrusola. ¿Lo volvería a hacer? Porque lo cierto es que hasta hoy no se ha desdicho. También la ha puesto por el extesorero del partido e imputado, Daniel Osàcar, y a su sucesor (y también imputado) Andreu Viloca, Convergència le extendió el cheque de 250.000 euros para pagar la fianza que le ha permitido salir de la cárcel. El juez sospecha que a través del Palau de la Música, CDC recibió de la constructora Ferrovial 5,1 millones de euros en comisiones ilegales. ¿Mas sigue pensando que no corre riesgo de chamuscarse la mano? Estas dudas no le inhabilitan para liderar el proceso independentista pero parece lógico que a ojos de más de un elector, y más de un militante de la CUP, sean muestras de que esta Convergència, la liderada por Mas, no es tan distinta de la que gobernó Catalunya durante tres décadas, cuando el actual presidente en funciones no ocupó cargos precisamente secundarios: 'Conseller' de Política Territorial i Obres Públiques, 'conseller' d’Economia i Finances y 'conseller' en cap. O que a lo mejor sigue siendo muy parecida a la que apoyó las reformas laborales de los gobiernos del PSOE y del PP. Porque estaremos de acuerdo que el sentido del voto no lo decidía solo Josep Antoni Duran Lleida y que contaba con la bendición del jefe, o sea, de Mas. El 'president' en funciones fue el que en el 2011 aseguró que en Catalunya no había alternativa a los recortes porque mandaba Bruselas. ¿Entonces no había alternativa y ahora sí? ¿Es porque ya no queda por donde recortar o porque el coste electoral es ya inasumible?

Dando por hecho que la maquinaria del Estado está rebuscando debajo de las alfombras, cosa que no había hecho mientras la dócil CiU facilitaba investiduras en el Congreso, es de suponer que si un juez ha embargado 15 sedes de CDC es porque habrá motivo para ello. Demasiadas preguntas sin respuesta.