Manifestación arrojadiza

Societat Civil Catalana (SCC) apuntó ayer con toda la intención a la línea de flotación del bloque soberanista. Tanto el Govern de Artur Mas como los partidos y entidades independentistas justifican su travesía hacia Ítaca en el fuerte apoyo popular mostrado en las calles. Por eso la plataforma contraria a la secesión entró sin ambages a denunciar la «manipulación» oficial de las cifras de asistentes a la Via Catalana del 2013, la mayor movilización jamás vista por estas tierras.

Según la Conselleria d'Interior, en aquella cadena humana que cosió Catalunya de sur a norte participaron 1,6 millones de personas, cantidad que la Assemblea Nacional Catalana (ANC) elevó posteriormente a los dos millones. Revisando las 107.000 imágenes que componen la Gigafoto que difundió la asociación presidida por Carme Forcadell, una veintena de simpatizantes de SCC, tutelados por el catedrático de Estadística de la Universitat de Barcelona Josep Maria Oller, han estado tres meses contando «uno a uno» los manifestantes que aparecen en las instantáneas, solo a esos. La cifra total: «793.683» personas («con un margen de error de entre 2.500 y 16.000»), la mitad de lo que dijo el Govern de CiU y, aunque eso lo obviaron ayer los portavoces de Societat Civil, 200.000 más de los que contó el Ministerio del Interior.

«Sometidos a propaganda»

Juan Arza, vocal de la asociación, admitió el «éxito sin precedentes» de la Via Catalana y mostró su «respeto» a unos manifestantes que «creen que están haciendo lo mejor por su país». A la vez, sin embargo, exigió al Govern que explique de dónde sacó la cifra de los 1,6 millones y acusó a los soberanistas de emplear «sin escrúpulos todos los medios» hasta lograr que haya un sector de la población «sometido a tal propaganda que le han hecho creer que la independencia es un proceso histórico que se toca con la punta de los dedos». Casi como si muchos participantes hubieran sido hipnotizados.

Insistió Arza en ese «respeto», mientras que su compañero de SCC Rafael Arenas rizó el rizo apuntando otro dato de su estudio: 130.311 participantes de la Via Catalana «eran niños» (menores de 18 años claramente identificables como tales) y 663.372 eran «adultos».

De nuevo, la intención ahí era clara. Igual que no fue nada inocente que Arza vaticinara que en la próxima Diada se dará una cifra superior a la del 2013 y que hablara del «temor» de los catalanes no soberanistas para justificar que SCC no sacaría a la calle a tanta gente.