La encrucijada socialista

Los puentes de Navarro

El líder del PSC alerta en un libro de que la democracia peligrará sin una España federal

JOSE RICO
BARCELONA

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El pasado miércoles, Pere Navarro provocó la carcajada de algunos diputados en el Parlament al animar al president, Artur Mas, a «subirse al autobús del PSC», metafórica invitación a abrazar la causa federalista y dejar de lado el independentismo. Contra viento y marea, el líder de los socialistas catalanes está convencido, tal como alertó tiempo atrás ante el comité federal del PSOE, de que «España será federal o no será». Y es que, para Navarro, los riesgos de enrocarse en el Estado de las autonomías y provocar el choque de trenes son muy grandes: «La amenaza es ahora que la democracia tal como la conocemos desaparezca».

El primer secretario del PSC desarrolla esta tesis en un libro que se publicará en abril y cuyo título da muestra de la obstinación en la receta: Insisteixo, la solució és federal (Edicions Els Llums). En el capítulo que aborda las características de dicho modelo, Navarro hace una analogía con la transición y concluye que, al igual que en aquellos años, hoy hace falta un nuevo pacto constituyente. «Ahora también hay otra amenaza, y esta vez es cargarse la democracia. La gente ha dejado de percibir la democracia como algo útil», responde en una entrevista realizada por el periodista Xavi Casinos.

En ese objetivo federalizante, el líder socialista se refugia en una de sus comparaciones más utilizadas: la del PSC como «puente» entre Catalunya y España. Y atribuye a ese rol los ataques tanto del PP como de las fuerzas soberanistas. «En las guerras, lo primero que se bombardea son los puentes. El PSC es en estos momentos quizá el único puente entre Catalunya y España, y como en las guerras, nos están bombardeando por todos lados».

El pacto en Granada de todos los barones del PSOE a favor de una reforma de la Constitución ocupa largo tiempo de diálogo. Navarro admite que el PSC «no pudo llegar tan lejos como pretendía, pero sí mucho más de lo que otros hubiesen querido». La virtud de ese documento, añade, es que ha demostrado «que el PSOE tiene un proyecto para cambiar España», y sirvió para blindar una relación «bilateral» entre ambos partidos, ahuyentando el fantasma de la ruptura.

Pedagogía en positivo

Navarro envía un recado al sector crítico del PSC, al que recuerda que «el adversario es el PP». Y se pone deberes a sí mismo cuando señala que para extender la fe federalista hay que apostar por mensajes en positivo, frente a la apocalipsis que proclama el PP:  «Debemos explicar la ventaja que tiene seguir juntos respetando la diversidad. Eso nos hace más fuertes ante los poderes económicos. Solos y pequeños no somos nada».