elecciones autonómicas

Los barones del PP presionan para que la ley electoral les favorezca

El jefe del Ejecutivo central, Mariano Rajoy, con dirigentes del partido y presidentes autonómicos, durante una comida celebrada en Madrid en mayo del 2013.

El jefe del Ejecutivo central, Mariano Rajoy, con dirigentes del partido y presidentes autonómicos, durante una comida celebrada en Madrid en mayo del 2013.

PATRICIA MARTÍN / MADRID

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Arranca este lunes una semana en la que, además del órdago soberanista catalán, el debate en torno a cómo mejorar la democracia acaparará la agenda política. El presidente del Gobierno reúne a la cúpula de su partido en el primer comité ejecutivo del PP desde que, a principios de julio, Mariano Rajoy encargara a los suyos poner en marcha una estrategia propia de regeneración del sistema que va a comenzar a negociarse con el resto de los grupos esta semana. Desde que el jefe del Ejecutivo diera luz verde, en aquel encuentro, a que los conservadores promovieran la elección directa de los alcaldes, la oposición (salvo CiU) se ha rebelado contra la reforma, mientras que en el PP no han dejado de aumentar las voces de dirigentes territoriales que aplauden la propuesta pero solicitan a Rajoy que vaya más allá y extienda el cambio al ámbito autonómico.

Barones preocupados por los pésimos resultados que vaticinan las encuestas ansían que el Gobierno les despeje el camino de la reelección y legisle en contra de alianzas de partidos de izquierdas que les arrebaten el poder si no obtienen la mayoría absoluta.

Por ejemplo, la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, defendió hace unos días que la reforma se aplique en las autonomías y rápidamente el Gobierno valenciano, en manos de Alberto Fabra, secundó la propuesta. Fuera de esta comunidad, el presidente de Cantabria, Ignacio Diego, consideró que supondría un «avance democrático» evitar que unos pocos políticos «a puerta cerrada» puedan alterar «la voluntad» ciudadana en las autonomías.

LA PRESIÓN GALLEGA / A la presión se sumó también el viernes la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES), capitaneada por José María Aznar, que también se mostró favorable a ampliar la reforma. De esta forma, dirigentes y entidades en la órbita del PP han agitado el debate sobre una propuesta que en el ámbito territorial ha defendido desde siempre el presidente de Galicia, Alberto Nuñez Feijóo. Este asumió las riendas del PP gallego después de que un gobierno de coalición entre PSOE y BNG apartase del poder a Manuel Fraga, quien se quedó a un puñado de votos de la mayoría absoluta. De hecho, pocos días después de que Rajoy abriese en julio el melón en el ámbito local, Feijóo recordó la conveniencia de «ir más allá». Al gallego se sumaron el extremeño José Antonio Monago o el castellano leonés Juan Vicente Herrera.

EL COMITÉ EJECUTIVO / Hoy será la primera vez que los barones tengan la oportunidad de plantear sus reivindicaciones en una reunión interna en la que es previsible que Rajoy hable de regeneración democrática. Pero teniendo en cuenta que los conservadores son poco amigos de desafiar a su jefe de filas, es poco probable que se atrevan a dar el paso de pedirle a la cara que amplíe la reforma y más teniendo en cuenta que los debates de este cónclave se suelen filtrar a los medios de comunicación.

En cualquier caso, fuentes de la dirección del PP afirman que, aunque el Gobierno entiende los nervios de algunos barones, Rajoy no tiene intención de ir más allá porque bastante le está costando promover la iniciativa a nivel local, en medio de fuertes críticas por su cariz electoralista, como para subir un escalón más y enfrentarse a la oposición en el trascendental plano autonómico.