Los alcaldes del cinturón aguantan

El PSC resiste en sus principales feudos y García Albiol revalida su victoria en Badalona

CARLES COLS / BARCELONA

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La primera corona metropolitana de Barcelona decidió ayer premiar en las urnas al partido que durante los últimos cuatro años ha gobernado la ciudad, sea cual sea su color. La aluminosis general que el PSC sufre en Catalunya no afecta a los cimientos de Núria Marín en L'Hospitalet, Núria Parlon en Santa Coloma de Gramenet o Antonio Balmón en Cornellà, por ejemplo. Tampoco los alcaldes Xavier García Albiol en Badalona y Manuel Reyes en Castelldefels han sufrido el sorpasso general que Ciutadans ha logrado a costa del PP en decenas de municipios. Y ahí está también el caso de Lluís Tejedor en El Prat, impermeable al retroceso que ICV-EUiA experimentó ayer en general frente a nuevas marcas electoral.

El área metropolitana ha sido desde el 2007 una de las zonas más castigadas por la crisis, a menudo el anverso de la moneda de la rica Barcelona, una tierra así, se supone, abonada para el cambio, pero tal vez la dimensión de cada una de esas ciudades, más menudas de lo que a veces presumen ser, ha permitido a sus respectivos alcaldes trabajarse en la calle la reelección.

El caso paradigmático es Santa Coloma de Gramenet. El PSC (Parlon, para ser más precisos) ha recuperado la mayoría absoluta que los socialistas perdieron en el 2007 tras la detención del anterior alcalde, Bartomeu Muñoz. Som Gramenet, un fruto de aquel convulso episodio, será la segunda fuerza. Ni CiU ni ERC obtienen concejales.

ADIÓS A PXC / En L'Hospitalet, segunda ciudad  de Catalunya, y Cornellà, la más poblada del Baix Llobregat, los socialistas pierden la mayoría absoluta, pero no parece que deban tener mayores problemas para coser alianzas con fuerzas de izquierda. Las sesiones de pleno municipal serán probablemente más movidas, pero también menos agrias, porque otra novedad de las elecciones de ayer es la desaparición de la xenófoba Plataforma per Catalunya.

Un caso que requiere una aproximación con lupa es Badalona. García Albiol ha vuelto a ganar y con una mínima erosión. Lo hizo en el 2011, cuando obtuvo 11 concejales, dos más que el segundo clasificado de aquella carrera electoral, el PSC.  Ayer el PP se quedó con 10, pero los socialistas se han hundido hasta la tercera posición, por detrás de Guanyem Badalona. Puede que sea el momento de recordar la moción de censura interruptus que a media legislatura intentaron armar PSC, CiU e ICV-EUiA y que fracasó en el último minuto por desavenencias tacticistas. Los electores parece que hicieron pagar a esas tres fuerzas aquel fracaso y han abierto la puerta a otras siglas nuevas en el consistorio, como Esquerra y Ciutadans.

De hecho, esa es una de las singularidades de las elecciones en el área metropolitana. Los alcaldes resisten, pero en la retaguardia municipal se ha producido un tenso baile de las sillas musicales que ha dejado sin asiento a muchos concejales de las llamadas fuerzas tradicionales.

En resumen, el área metropolitana fue ayer una isla de aparente estabilidad, y eso a pesar de que el PSC ha llevado a cabo estos últimos cuatro años una operación de cirugía de alto riesgo. Con el viento general en contra decidió relevar a medio mandato a algunos alcaldes. Lo hizo en Gavà y en Sant Boi, donde apostó por una renovación incluso de género. Raquel Sánchez y Lluïsa Moret, respectivamente, ganaron con holgura las elecciones en sus respectivos municipios. Un caso distinto es el Sant Adrià de Besòs. Allí, Jesús María Canga traspasó el bastón de mando a Joan Callau, pero este sufrió después una escisión por culpa de las disputas internas del PSC que ha puesto fin a su comodísima mayoría absoluta y que   le obligará ahora a concertar un pacto con como mínimo otras dos fuerzas para poder gobernar cuatro años más.