Llamazares se revuelve e impide dos votaciones

No tuvo mucho recorrido, pero la revancha fue efectista. Ya se habían marchado los diputados de ERC, ICV y BNG cuando Bono ordenó a los ujieres que cerrasen las puertas y dio pie a las votaciones de las enmiendas. Todo marchaba con normalidad, pero al llegar a las dos transaccionales, presentadas por el PP y el PSOE para lograr que CiU se abstuviera, Gaspar Llamazares, que, al contrario de sus compañeros de grupo, se había quedado en el hemiciclo, dijo que se oponía a que se tomaran en consideración.

Las transaccionales son unas enmiendas a una enmienda previa con la que se busca granjearse el apoyo del grupo proponente de esta. Se trata de un extraño instrumento parlamentario, ya que solo pueden votarse si todos los diputados dan su aprobación. Basta que uno solo diga quenopara que se paralicen y queden en nada. Llamazares, dolido por el carácter exprés de la reforma y porque PSOE y PP habían vetado las enmiendas que versaban sobre la República y la autodeterminación, se tomó la revancha. Aunque CiU ya había decidido que no iba a votar las reformas, el de IU vetó las transaccionales.

«Desearía saber si es una oposición personal o de todo el grupo», preguntó Duran Lleida. «Comprendo su deseo de saber -le contestó Bono-. Seguro que el señor Llamazares, al acabar la sesión, tendrá la cortesía de informarle».