LA GESTIÓN DEL FINAL DE LA BANDA

Las víctimas del terrorismo amenazan con salir a la calle

Fernández Díaz y Pedraza, durante la reunión que mantuvieron ayer en el Ministerio del Interior.

Fernández Díaz y Pedraza, durante la reunión que mantuvieron ayer en el Ministerio del Interior.

MAYKA NAVARRO
MADRID

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En un clima de gran tensión en algunos momentos, el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, se reunió ayer con las principales asociaciones de víctimas del terrorismo para detallarles el plan de reinserción, y lo único que escuchó de boca de sus portavoces fue su rechazo más contundente y absoluto. A las víctimas no les gusta ni les va a gustar el plan. Por eso, no descartaron manifestarse en las calles en contra de lo que calificaron como una gran «traición y humillación» del Gobierno por considerar que se trata de un cambio en la política penitenciaria.

Las explicaciones del ministro no convencieron a casi nadie. Y aunque agradecieron la cita, los representantes de las asociaciones fueron desfilando uno a uno durante toda la tarde por la sala de prensa habilitada en el ministerio para expresar su profundo malestar por un plan que la portavoz del Foro de Ermua calificó como la constatación de que el Gobierno hace suyos «los acuerdos entre ETA y Zapatero».

La presidenta de la AVT, Ángeles Pedraza, fue la más tolerante en su rechazo al Gobierno. La representante de la asociación mayoritaria mantuvo su oposición, pero agradeció las explicaciones. Pedraza mostró su temor a que el plan se acabe convirtiendo en un acercamiento masivo de etarras a Euskadi, y explicó que había exigido al Gobierno que a esos presos se les obligue a pedir perdón a sus víctimas si quieren ser trasladados a cárceles vascas.

La representante de la AVT recordó que se manifestaron junto al PP contra el Gobierno del PSOE, pero puntualizó que las víctimas no están comprometidas con ningún partido. «Si creemos que tenemos que volver a las calles, lo haremos», zanjó. No obstante, Pedraza elogió al presidente, Mariano Rajoy, por haber «dado la cara». Asimismo, dio mucha importancia a que Fernández Díaz insistiera en que el Ejecutivo no tiene intención de negociar con ETA, y creyó al ministro cuando le aseguró que en el fondo el plan no cambia nada, sino que se limita a poner sobre papel lo que ya se hacía.

La reunión más tensa fue la que el ministro mantuvo con las representantes del Foro de Ermua, Inmaculada Castilla de Córtazar, y de Voces contra el Terrorismo, Mamen Álvarez. Esta última acusó al Gobierno de decir una cosa, y de hacer otra diferente. «No entendemos por qué el PP estaba con las víctimas en la calle hasta que ganó las elecciones». Y aseguró que el ministro no supo qué responderle cuando le preguntó sobre los rumores de que se iban a transferir las competencias en materia penitenciaria al País Vasco para «que los legales de ETA puedan gestionar el futuro de sus presos».

SILENCIO EN INTERIOR / Fuentes de Interior comunicaron al inicio de la ronda de encuentros que durante el día de ayer no habría declaraciones oficiales, y así fue. Fernández Díaz, ante las críticas de las víctimas, siempre se ha mostrado comprensivo y nada beligerante. Pese a la dureza de algunos reproches, lo que quedó claro ayer es que el Ejecutivo no va a mover ni una coma de un plan que quiere empezar a aplicar cuanto antes y que la semana próxima repartirá a los grupos parlamentarios.

El plan de reinserción contó ayer con el apoyo del lendakari, Patxi López, quién aseguró que la iniciativa no es ninguna concesión o muestra de debilidad, sino fruto de la «fortaleza del Estado de derecho, que ha ganado la batalla a ETA».