Las cifras del "proceso"

El Govern amplía a 1.255 los locales para participar en el nuevo 9-N y solo 6 municipios no dispondrán de urnas Ortega prevé una participación "masiva" y evita la palabra "consulta"

La vicepresidenta del Govern, Joana Ortega, junto a varias urnas que se prevé usar el 9 de noviembre.

La vicepresidenta del Govern, Joana Ortega, junto a varias urnas que se prevé usar el 9 de noviembre.

FIDEL MASREAL / BARCELONA

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Segunda fotografía de la vicepresidenta del Govern, Joana Ortega, junto a las urnas de cartón. Segundo plan organizativo. El lenguaje ha ido evolucionando. Meses atrás se pedía el referéndum. Hace tres semanas se proclamaba el concepto "consulta", en los discursos y en la web que se creó a tal efecto. Y ayer Ortega, en una comparecencia de hora y media, evitó en todo momento la palabra de marras. Habló del "proceso" y se felicitó por el éxito de apoyo de voluntarios para la "participación". Son más de 30.000.

Ortega anunció con satisfacción que de los 600 o 700 locales que inicialmente se habían previsto para el "proceso participativo" se ha pasado a 1.255. Y que el 99% de los municipios han ofrecido espacios para votar y, por lo tanto, los tendrán. Es una cifra notable, porque solamente seis pequeños municipios no dispondrán de puntos de votación. Pero todas ellas son cifras notablemente menores a los 2.718 locales que preveía la consulta acordada en diciembre del 2013 entre el Govern y los partidos soberanistas.

En Barcelona, la consulta preveía 1.331 locales, que se han visto reducidos a 222. Ortega dio por hecho que habrá colas, pero que se actuará cívicamente ese día, en el que el Govern augura una participación "masiva". De si se puede producir únicamente una votación de los convencidos de la independencia, la vicepresidenta no dijo nada, si bien el 'president', hace una semana, ya se curó en salud al afirmar que ya se daba por descontado en el 9-N original.

VOLUNTARIOS AL PODER

Los voluntarios superan los 30.000 y pueden seguirse apuntando hasta el próximo lunes a las 12.00 horas. Y pese a que costó arrancarle el dato a la vicepresidenta, finalmente se pudo saber que, de estos, 6.210 son funcionarios. En cualquier caso, la cifra de voluntarios, afirmó, es la que ha permitido ampliar los locales y los 6.430 puntos de participación. Cifra notable, pero también inferior a los 8.130 que preveía el 9-N inicial.

Estos voluntarios lo controlarán todo. Unos estarán en los puntos de participación -se evita el término mesa electoral, del mismo modo que se evita toda la terminología del referéndum-, otros serán gestores de estos puntos, y otros harán de coordinadores. Habrá responsables de los locales, los institutos públicos y concertados, que será personal conocedor de la instalación.

Los inmigrantes no deberán acreditar ni un año ni tres de arraigo, como sí debían hacer en el 9-N original. Pero no porque el Govern haya cambiado de criterio y se haya vuelto más aperturista respecto a los extranjeros, sino porque no dispone de recursos materiales para realizar las comprobaciones. Así, todo inmigrante que se haya registrado previamente demostrando que tiene residencia en Catalunya podrá votar con su tarjeta de residente.

En cuanto a los catalanes en el extranjero, solo se habían inscrito 2.500 para la consulta oficial. Los puntos de votación para ellos son 17 en todo el planeta. Como es sabido, no hay censo previo. A partir del próximo miércoles, a traves de la web www.participacio2014.cat o el teléfono 012, cada ciudadano podrá conocer en qué punto de votación le corresponde participar, en función del domicilio que conste en el DNI.

Se mantiene lo que en unas elecciones sería una campaña electoral, y que aquí se llamará "período de deliberación participativa", del 30 de octubre al 8 de noviembre. El Govern pondrá a disposición de todo el que quiera hacer campaña 241 centros cívicos, 'casals' y oficinas de Benestar Social. Es poco probable que haya organizaciones partidarias del no que tengan intención de dar legitimidad al proceso. Pero ahí queda el ofrecimiento. El Ejecutivo pide también a los medios públicos que hagan programas para fomentar la participación.

LOS INTERROGANTES

Sigue habiendo interrogantes. El principal, que no hay ningún órgano supervisor, lo que en la consulta era la comisión de control de la que se descolgó el catedrático Joaquim Brugué denunciando falta de garantías democráticas. El presidente de la comisión, Jordi Matas, afirmó que el nuevo 9-N tiene aún menos garantías. El 'president', Artur Mas, sostuvo que se crearía un consejo general de participación "para supervisar la transparencia de todo el proceso". De momento, ese órgano no existe. Ortega mostró su convencimiento de que el proceso tiene "suficientes garantías", pero que el Govern está abierto a complementarlo con "algún organismo".