LA LACRA DE LA CORRUPCIÓN

Las lagunas del "legado"

RAFA JULVE / JOSE RICO / BARCELONA

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La primera sombra de duda la extiende ya la madre de todas las confesiones: la declaración escrita de Jordi Pujol del 25 de julio del 2014 en que reconocía que la familia ocultó fondos en el extranjero durante 34 años. En ese documento, de dos folios, el expresidente de la Generalitat sostenía que su padre, Florenci, «dispuso» antes de morir (en septiembre de 1980) una cantidad de dinero para su mujer, Marta Ferrusola, y sus siete hijos. Y afirmaba: «Lamentablemente no se pudo encontrar nunca el momento adecuado para regularizar esa herencia». «Herencia», un término que posteriormente desterró para hablar siempre, tanto en sede judicial como en el Parlament, de «legado» o «'deixa'».

Para dejar claro el matiz: el heredero responde de las deudas o cargas de la herencia, mientras que el legatario solo se hace cargo de bienes concretos. Además, una herencia se puede rechazar y un legado, no. Esta segunda diferencia cobra significado tras oír cómo el benjamín de la familia, Oleguer, repescó el pasado lunes la palabra «herencia» y lamentó que su padre no renunciase a los fondos el primer día. Si es que se podía renunciar, ¿cabe deducir que se trataría de una fórmula diferente al legado? No hay que olvidar que Maria Pujol, hermana del 'expresident', quedó fuera del reparto, algo que difícilmente podría haberse producido en caso de tratarse de una herencia.

DE 140 A 500 MILLONES DE PESETAS

El clan ha ido aportando más datos en el juzgado y en el Parlament, donde algún hijo ha explicado que celebraron reuniones para decidir cómo tratar la situación. Todos coinciden en que fue una 'deixa' del abuelo con una partida inicial de 140 millones de pesetas en dólares (840.000 euros) y que una «magnífica» gestión financiera y la devaluación de la peseta respecto del dólar fueron convirtiendo en 500 millones de pesetas (3.000.000 euros) a finales de los 80.

Varios subrayan que aquel dinero tiene su origen en el intercambio de divisas que efectuaba Florenciintercambio de divisas a mediados del siglo XX e insisten en que el padre se desentendió de aquellos fondos. Los gestionaron Delfí Mateu hasta 1989, Joaquim Pujol Figa durante unos meses y, a partir de 1990, se encargó el primogénito, Jordi. Sin embargo, ni el fundador de CDC ni sus hijos han entregado papel alguno que pruebe que se trataba de un legado, ni que aclare la procedencia del capital, ni el recorrido que siguió hasta llegar a Andorra, ni si se hicieron nuevas aportaciones, ni qué operaciones se llevaron a cabo para que el saldo inicial se triplicase.

Siempre según el relato familiar, el mayor de los Pujol Ferrusola asumió las riendas del «legado» en 1990 y en 1992 cada uno de los ocho beneficiarios se abrió una cuenta propia para guardar su trozo del pastel: 62 millones de pesetas (372.000 euros). Hasta cuatro hermanos, MartaJosepPere y Oleguer, así lo han confirmado, poniendo en un brete a Oriol, quien se limitó a asegurar que ni tiene dinero (en tiempo verbal presente) fuera de España, ni ha regularizado «nada» porque «no había nada que regularizar». Entonces, ¿dónde está el importe que le correspondía de la supuesta 'deixa'? ¿Llegó a entrarlo a España de forma irregular? Si no es así, ¿en qué se lo ha gastado? ¿Y los otros hermanos de los que no consta regularización alguna?

En estos momentos están imputados por el caso de la fortuna oculta la madre, que regularizó 838.244,96 euros; Marta, que legalizó 558.000 euros; Pere, que hizo aflorar 701.341 euros; Mireia, que 'limpió' 1.072.767 euros, Jordi júnior, en tanto que gestor del fondo (aunque no se sabe qué hizo con su parte) y el patriarca, Jordi Pujol, puesto que fue él quien confesó la existencia del «legado». JosepOleguer y Oriol no están encausados en esta investigación. El menor de la saga, Oleguer, ha explicado que puso en regla 3,2 millones de euros. En cambio, el único no imputado de la estirpe, Josep, prefirió cargar con el peso de la sospecha al negarse a desvelar si se acogió a la amnistía fiscal, es decir, al no querer aclarar si tiene hoy dinero oculto en el extranjero.

26 DE MARZO, FECHA CLAVE

Como evasiva para sortear el interrogatorio del Parlament, los siete hermanos remitieron a los diputados a la declaración judicial del primogénito el 26 de marzo. MartaMireia y Pere ya declararon el 26 de enero en la Ciutat de la Justícia que a cada uno de los ocho beneficiarios le correspondían 62 millones de pesetas. Marta explicó que en 1992 abrió una cuenta en Banca Reig de Andorra (rebautizada como Andbank en el 2001) y allí se le ingresó un primer importe parcial de los 62 millones de pesetas que le pertenecían, pero que no recordaba a cuánto ascendía aquella remesa.

También en sede judicial, Marta manifestó que su hermano Jordi le iba proporcionando el dinero del legado «a través de ingresos o por transferencias», aunque no sabía cuántas operaciones se produjeron. Pere admitió que su cuenta particular en el país pirenaico tuvo un incremento «de 1992 al 2012» porque su hermano Jordi aportaba capital. Y Oleguer detalló que los ingresos se efectuaban en metálico «cuando vencían las inversiones financieras en que estaban depositados los fondos». Operaciones todas ellas auspiciadas por el hermano mayor, Jordi. Según Josep, los tipos de interés de aquella época habrían sido suficientes para multiplicar por dos los remanentes.

En todo caso, esa narración destapa otros interrogantes: si cada hijo y la madre se abrieron una cuenta en Andorra pero Jordi júnior no les ingresó de golpe la cantidad asignada a cada uno, sino que lo hizo de forma paulatina, ¿significa que hubo una 'cuenta nodriza' que permaneció activa más allá del 92? ¿desde qué banco se operaba? ¿se llevó el primogénito a su cuenta propia el monto total de la 'deixa' y desde allí hizo los movimientos? Nadie lo ha aclarado. «Del 92 hasta ahora, yo lo he administrado [el dinero] durante una época», fue lo máximo que reveló Júnior.

Al menos MartaMireia y Oleguer han confirmado que movieron los fondos que tenían en Andbank y los pusieron en Banca Privada de Andorra para después, en el 2014, como hicieron Pere y su madre, regularizarlos a través de Banco de Madrid. Lo que sorprendió a más de un diputado no fue esa transición en sí -que Oleguer achacó a que Andbank «invitó» a los Pujol a llevarse el dinero a otra entidad-, sino el hecho de que las cantidades que afloraron eran muy dispares la una de la otra.

Para justificarlo, Pere señaló que dado que cada uno se gestionaba su cuenta, hubo quienes movieron mejor el dinero que otros, quienes se dejaron asesorar por empleados del banco y quienes actuaron por su cuenta y riesgo. Además, él, Marta y Oleguer retiraron cantidades alguna vez, aunque tampoco queda claro si entraron billetes irregularmente en España, si se gastaron el efectivo en Andorra u otras opciones. De todos modos, no es ese la mayor incógnita que pende sobre el clan.