El jurado absuelve por la mínima a Camps en el 'caso de los trajes'

En el juicio por cohecho impropio a Francisco Camps, la fiscalía pidió al jurado que se limitara a encajar «las piezas del puzle». El abogado del expresidente valenciano, Javier Boix, le definió como una víctima y sembró dudas sobre las numerosos documentos, grabaciones y testimonios que en la vista se presentaron en contra del dirigente del PP. A las siete y media de la tarde de ayer, dos días después de que comenzara su deliberación y 45 desde que se abrió el juicio, el jurado comunicó que se inclinaba por esta tesis. Camps fue declarado «no culpable» por cinco votos a favor y cuatro en contra. Se le acusaba de haber recibido, entre el 2005 y el 2006, 10 trajes, cuatro americanas, tres pares de zapatos y cuatro corbatas, por un importe total de 13.121 euros. El exsecretario general del PP valenciano, Ricardo Costa, corrió idéntica suerte.

Fue una votación ajustada, por la mínima, pero suficiente para que el exmandantario fuese absuelto. Bastan cinco votos a favor para un veredicto de este tipo. Aun así, la decisión, que en breve será convertida en sentencia por el presidente del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV), Juan Climent, puede ser recurrida ante el Tribunal Supremo, que en su día fue quien ordenó reabrir la causa después de que esta fuese cerrada por su instructor.

LA CAÍDA / Tras ser uno de los barones más relevantes del PP, y en parte artífice de que Mariano Rajoy continuase como líder de los conservadores a pesar de su derrota en las generales del 2008, Camps fue perdiendo todo su prestigio político conforme afloraban, a lo largo de los últimos tres años, sus vínculos con la trama Gürtel. En especial con uno de sus cabecillas, Álvaro Pérez -aliasEl Bigotes-, a quien el expresidente autonómico llegó a llamar «amiguito del alma» en una conversación grabada. La presión llegó a tal punto que Rajoy, ya fortalecido en el plano interno y cerca de su victoria electoral, lo dejó caer. En cambio, otros dos imputados en el mismo caso, Víctor Campos y Rafael Betoret, optaron por confesar su culpa y pagar la pena. «Hago un sacrificio personal para que Rajoy sea el próximo presidente», dijo el valenciano en julio pasado, tras presentar su dimisión. El ahora jefe del Ejecutivo dijo entonces que restituiría a Camps, que sigue siendo diputado en el parlamento autonómico, si este era declarado inocente.

Por lo pronto, su sustituto al frente de la Generalitat valenciana, Alberto Fabra, escribió en Twitter justo después de conocerse el fallo: «Máxima satisfacción por el veredicto. Se ha hecho justicia». La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, convocó de forma veloz una rueda de prensa para valorar el veredicto sobre Costa y Camps. «¿Quién responde ahora de la honorabilidad de ambos? Algunos, particularmente el PSOE, deberían pedir excusas y recapacitar», señaló. Y toda la oposición, con el PSOE a la cabeza, insistió en que una cosa eran las consecuencias penales y otras las políticas, y que los trajes solo eran la «punta del iceberg» de la trama corrupta.

Porque más allá de Camps, al PP valenciano le queda una larga senda judicial que recorrer por elcaso Gürtel. El TSJCV debe resolver sobre los delitos de financiación ilegal, falsificación mercantil, cohecho y prevaricación, en los que están imputados parte del Gobierno del ahora absuelto -incluido el que fue su vicepresidente, Vicente Rambla- e importantes dirigentes de los conservadores valencianos. Entre ellos, Costa.