Julián Muñoz toca fondo

El exalcalde reaparece en un juicio demacrado y enfermo y pide no acudir a todas las sesiones porque "no aguantaría"

J.C

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Muy delgado y vestido con un chándal negro, con temblores y dificultades para andar, oir o incluso hablar, el que fuera todopoderoso alcalde de Marbella Julián Muñoz ha reaparecido este miércoles en un juicio tras conocerse que se le denegaba el tercer grado penitenciario porque aunque enfermo la justicia no considera que su estado sea terminal.

Tras la petición de su defensa, el tribunal le ha eximido de tener que acudir a todas las sesiones del proceso, unas 24, después de que Muñoz haya llegado a asegurar en la sala que “no aguantaría” el trasiego de furgón policial tantos días. 

El exalcalde de Marbella se enfrenta a una pena de once años de cárcel por el denominado caso Fergocom, que le sienta en el banquillo de los acusados junto al abogado y expresidente del Sevilla FC José María del Nido y otras diez personas por las irregularidades en adjudicaciones de obra durante su etapa en el consistorio. Entre los acusados hay varios exconcejales del gilismo y un exinterventor del ayuntamiento, a los que se acusa de fraude en la contratación, malversación de caudales públicos, falsedad en documento oficial y prevaricación administrativa. 

Pero sin duda, las cámaras estaban puestas en Muñoz, después de que la Audiencia de Málaga considerase que su estado de salud es grave pero no terminal, como asegura su defensa, que solicitó el tercer grado por motivos humanitarios. El exalcalde permanece en prisión desde el año 2013, nada más hacerse pública su condena a siete años de cárcel por el denominado caso Blanqueo que le enjuició junto a sus exparejas Maite ZaldivaIsabel Pantoja.

Mientras ambas recurrieron a todas las argucias procesales para retrasar su encarcelamiento, Muñoz no llegó a abandonar el Palacio de Justicia ante el riesgo de fuga, porque ya entonces tenía pendiente la sentencia del caso Malaya - donde le fue impuesta una pena de dos años-y había sido condenado a otros siete años de cárcel por el caso Minutas. Poco después le fue denegado el indulto.

DETERIORADO ESTADO DE SALUD

Desde entonces, su estado ha empeorado gravemente, provocando que haya tenido que ingresar en el hospital hasta una treinta de veces. Según el auto que le denegaba el tercer grado, la última esperanza a la que se aferraba para intentar reponerse, recibe tratamiento por varias enfermedades, como una  cardiopatía isquémicaartrosis vertebralhipertensión y diabetes.

“Si quiere vengo (a todas las sesiones) pero no voy a poder aguantar físicamente”, ha aseverado hoy al juez. Sin embargo, los forenses advierten que sus condiciones mentales siguen intactas, por lo que la Audiencia entiende que, de quedar en semilibertad, podría volver a delinquir al intentar aflorar el patrimonio que supuestamente mantiene oculto.