"Heterodoxo sexual"

Urdangarín y la infanta Cristina a su llegada al juzgado de Palma de Mallorca.

Urdangarín y la infanta Cristina a su llegada al juzgado de Palma de Mallorca. / periodico

EMILIO PÉREZ DE ROZAS / PALMA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Al hombre, cazador, dicen, de rinocerontes y elefantes como el anterior Rey, se le veía muy sobrado. Tal vez por ello fue precisamente a él, al mismísimo Manuel González Peeters, abogado de Diego Torres, a quien se le escapó, justo cuando estaba discutiendo con una impecable Samantha Romero, presidenta del tribunal, el término “heterodoxo sexual…” cuando quiso decir “heterodoxo procesal”. “Perdón, ha sido un ‘lapsus linguae’”, añadió González Peeters mientras toda la sala, incluidos los banquillos, rompieron a reir. Todos, menos la infanta Cristina. La carcajada se alargó cuando, segundos después, sugirió a la magistrada si quería que mostrase la prueba al comentar: “¿La saco toda ya?” Está vez, las risas fueron menores.

Lo cierto es que el primer día del ‘caso Nóos’ fue una auténtica paliza, un tsunami de palabrejas jurídicas empezando por “capítulos fácticos”, “elencos acusatorios” y la puñalada del no menos prestigioso y estirado Cristóbal Martell, abogado de Miguel Tejeiro, a la otra estrella de la sala, Virginia López, abogada de Manos Limpias: “Usted nos invita a un festin punitivo”.

Ni que decir tiene que Virginia, que llegó al tribunal preciosamente bronceada y con una impecable camisa blanca, tres botones desabrochados, mostrando escote que luego cubriría con un precioso fular blanco, fue la diana de todos los dardos y eso que, en el receso para comer, reconocía, en el restaurante ‘Espiral’, donde se despachaba un delicioso ‘menú de la Infanta’ que arrancaba con potaje, que ella es “muy monárquica, pues el Rey Felipe lo está haciendo muy bien, pero quien la hace la tiene que pagar”.

La verdad es que, de nuevo, el día fue primaveral en Palma, lo que hizo que Mario Pascual, el abogado de Iñaki Urdangarin, que llegó, a las 08.10 horas, acompañado de su esposa en un modesto y gris Skoda Octavia, necesitó de la ayuda de un vistoso abanico. En el exterior del edificio de la Escuela Balear de Administración Pública no había nadie. Bueno, sí, tres republicanos (“mañana, España será republicana”) que estuvieron acompañados por el ‘Pablo Iglesias’ mallorquín, o eso dicen, ‘Balti’ Picornell, con melena, barba y coleta, diputado balear a 3.400 euros mensuales. A Mallorca no le interesa nada este juicio. Es más, la sala para el público, con capacidad para 35 personas, no se llenó.

 El calor humano estaba muy centrado en la sala judicial donde la abogada del Estado, brillantísima, destruyó, con la única intención de atacar a la abogada de Manos Limpias, uno de los grandes mitos españoles. “Eso de que ‘Hacienda somos todos’ es simplemente un eslogan publicitario”, soltó Dolores Ripoll para justificar que “solo Hacienda puede determinar quien defrauda y quien no” y no la acusación pública, es decir, usted señora Virginia López. Si Twitter decidiese convertir en ‘trending topic’ la desmitificación de que ‘Hacienda somos todos’, Mariano Rajoy tendría imposible, digo, formar gobierno.

EL CUÑADO Y EL SUEGRO

Mientras José Maria Silva, abogado de Cristina insistía en el término “pesadilla” para definir lo que está pasando la infanta, el cazador de rinocerontes insistía, pese a que ya le habían rechazado esa posibilidad, en llamar a declarar “y seguro que vienen”, al cuñado y suegro del señor Urdangarin. ¿Perdón? ¿se refiere usted al Rey y a su padre, verdad? No, no, insistió en que se trataba de “el cuñado y el suegro del señor Urdangarin”.                

{"zeta-legacy-destacado":{"strong":"Mallorca pasa del juicio\u00a0","text":"y la sala destinada a el p\u00fablico, para 35 personas, ni siquiera se llen\u00f3."}}

Fuera, ya de noche, después de doce horas de juicio, cuando salían los acusados, un camión de OSIFAR, la empresa que limpia las cloacas de Palma, pasaba ante el edificio y su conductor gritaba “¡a la cárcel!”, mientras un acompañante de ‘Balti’ le chillaba al oído a Jaume Matas que dejase “de robar” y Joan, un exguardia civil que apareció en la portada de la revista ‘Zero’ y ahora ejerce de periodista en Mallorcadiario.com, aseguraba que “este juicio vale tres veces más que lo que se han llevado”.