en el marco del 'caso Palma Arena'

El juez investiga una segunda red de desvío de dinero al extranjero vinculada con el Instituto Nóos

J. G. ALBALAT / M. G. / Barcelona / Palma

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El entramado societario alrededor del Instituto Nóos y del duque de Palma, Iñaki Urdangarín, no deja de complicarse. El juez José Castro ha detectado una segunda red en el exterior para el presunto desvío de de dinero procedente de la trama que reodea el Instituto Nóos. El juez ha abierto una investigación secreta paralela para comprobar los flecos de operaciones y traspasos de dinero y ha reclamado a la Agencia Tributaria la información disponible.

Los investigadores han detectado al menos tres empresas (Torima, Vikram y Global), una de ellas en el Reino Unido, en el marco de una red de pagos y cobros entre España y el extranjero, todo ello a raíz de documentos localizados en España. Al menos una de esas compañías, Global, radicada en España, tenía a su vez filiales en EEUU (en Nueva York y Wyoming). En el marco de esta nueva línea de investigación, los agentes encargados del caso se desplazaron esta semana a Barcelona a interrogar a tres personas.

Otra red en Belice

En los últimos meses ya trascendió la existencia de pagos y transferencias de fondos públicos del Instituto Nóos en el paraíso fiscal de Belice para eludir el pago de impuestos a Hacienda. La investigación, la documentación incautada en los registros de empresas y domicilios particulares y las declaraciones de más de medio centenar de testigos desvelan que el yerno del Rey "vendió su condición de miembro de la Casa Real" para captar fondos públicos y privados y, posteriormente, eludir a Hacienda a través de un entramado de sociedades instrumentales (sin actividad) que emitían facturas ficticias por servicios sobredimensionados, según fuentes de la investigación.

Las mercantiles fueron creadas por su socio, Diego Torres. Por ello, Urdangarín declara como imputado ante el juez. El registro en Barcelona el 7 de noviembre de la sede del Instituto Nóos, una fundación si ánimo de lucro usada para la captación de fondos y que estuvo presidida hasta el 2006 por Urdangarín, y de otras sociedades, hizo saltar las alarmas en la Zarzuela y ha sido clave en la investigación. En una pieza separada del caso Palma Arena sobre presunta corrupción del Gobierno de Jaume Matas aparecieron "contratos no justificados administrativamente" con la fundación del duque.

Conclusiones de la investigación

A partir de entonces, comenzó una investigación discreta que ha concluido que Urdangarín y Torres usaron empresas para "apoderarse de fondos" recibidos por Nóos. El presunto desvío de dinero procedía de los 2,3 millones de euros que en el 2005 y el 2006 entregó el Ejecutivo balear a la citada fundación y otros 3,8 millones de euros de la Generalitat valenciana y del ayuntamiento de la capital del Turia. A estas cifras habría que sumar aportaciones privadas.

Anticorrupción asumió en noviembre que tenía que instar a la imputación de Urdangarín, pero antes quería esperar un gesto de la Casa Real. El más significativo se produjo el 12 de diciembre, cuando el entonces jefe de la Casa del Rey, Rafael Spottorno, calificó el comportamiento del duque de "no ejemplar" y anunció que se le apartaba de los actos oficiales. No obstante, los investigadores optaron por retrasar la imputación hasta que el Monarca pronunciara su discurso de Navidad, presidiera la apertura de las Cortes e hiciera públicas sus cuentas.

Infanta Cristina

Fuentes judiciales precisaron que el duque podría haber cometido los delitos de apropiación de fondos, falsedad instrumental y delito fiscal. A pesar de que figuran en Nóos, ni la infanta Cristina, ni su asesor Carlos García Revenga participaron en las maniobras de Urdangarín, aunque este utilizó sus nombres porque solía acompañar sus informes a las administraciones con el organigrama de la fundación en el que aparecía el nombre de ambos.

Para evadir el dinero a Belice, a través del Reino Unido, Nóos utilizó en esa primera red la sociedad De Goes Center for Stakeholder Management, creada en el 2006 por el duque y su socio. La propietaria de esta sociedad (posee el 99%) es la Fundación Deporte, Cultura e Integración Social, una entidad dirigida por Torres para ayudar a niños desfavorecidos. El 1% restante de De Goes, con matriz en Belice, réplica en Londres y sede en Barcelona, pertenece a una persona de confianza del duque. Los investigadores han localizado pagos de Nóos a De Goes por informes ficticios por 650.000 euros, así como documentación sobre un intento de evadir cinco millones.