GEOMETRÍA VARIABLE

¿Quién nos lo iba a decir?

Rajoy y Mas tienen en común una visión exclusivista de la política

JOAN TAPIA

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Hace pocos días dije que Rajoy y Mas se parecían y alguien me mostró su disconformidad. Pero es así. Al contrario que Tarradellas y Suárez, o Fraga y Carrillo, o incluso Felipe González, no tienen nada que ver ni con la guerra civil, ni con la dictadura, ni con la oposición al franquismo. Los dos vienen de la acomodada clase media y los dos han tenido una brillante carrera. Y -no es una crítica- hace muchos años que no se bajan del coche oficial.

Les separa que uno aspira a la independencia catalana en el 2017 y el otro a que España siga igual. Pero en eso también se parecen, en la tendencia compartida a negar lo que no les gusta. ¿Alguien prudente puede creer que la UE arbitrará a favor de la partición de los estados actuales? ¿Alguien sensato puede negarse a hablar cuando mayorías muy amplias piden más autogobierno?

Los dos están cerrados. Y ahora nerviosos. Los sondeos no premian el exclusivismo. Sobre la economía, el domingo Rajoy sacó pecho: «¿Quién nos lo iba a decir hace solo un par de años?». Tiene razón. ¿Quién nos iba a decir que Rodrigo Rato, padre del milagro económico del PP sería «detenido y metido en un coche como un terrorista» (la frase la ha soltado Esperanza Aguirre a Expansión). ¿Quién le iba a decir a Artur Mas que el líder del catalanismo, el que le designó sucesor -Jordi Pujol- confesaría un delito fiscal durante 34 años para cubrir a sus familiares directos?

¿Quién nos iba a decir que el PP pasaría del 44% de votos al 22% que le dan hoy los sondeos? ¿Quién nos iba a decir que tras el 9-N Albert Rivera sería el líder catalán preferido como president después de Mas? En la última encuesta de EL PERIÓDICO, Mas bajaba del 21,9% al 19,9% y Oriol Junqueras, del 19% al 15,6%, mientras Rivera subía del 10% al 17%? Y C's era la segunda fuerza en voto estimado, algo por delante de ERC. Al PSC le cuesta remontar pese a Iceta, pero los votos no van a CDC o MES, sino a Podemos y C's. ¿Quién iba a decir que un sondeo entre inversores (de El Mundo) diría que el 59% confía en C's y solo un 15% en el PP?

Y frente a la pérdida de confianza, la solución parece ser más orgullo y exclusivismo. La Junta de Seguridad sigue sin reunirse pese a la alerta antiyihadista. Y preguntado ayer sobre lo que son unas elecciones plebiscitarias, Rajoy contestó: «Las que no se van a celebrar en Catalunya». Ocurrente. Y al decir que el PIB crecerá el 2,9% en el 2015 y el 2016, añade: «El Gobierno le ha dado la vuelta a la situación en dos años y medio, como nadie lo ha hecho nunca en nuestro país». Y Javier Arenas agregó: «El 2015 será el año en el que los españoles nos juguemos más cosas desde que murió Franco: el modelo de Estado, ser fuertes en Europa, el empleo de nuestros hijos y la unidad de España». ¡Vale!

¿Y Mas? Pues juguetea con la fecha electoral porque ERC vota contra el consorcio hospitalario de Lleida. Grave. Luego afirma que el 24-M y el 27-S nos jugamos nada menos que «el ser o no ser de Catalunya». Un poco fuerte para un país con más de 1.000 años de historia y en el que está en paro la quinta parte de los que desean trabajar (758.000 personas).

Rajoy y Mas siguen con el exclusivismo y el autobombo ante la ola de insatisfacción que recorre España y Catalunya. ¿Quién nos iba a decir que incluso en la adversidad se parecerían tanto?