El conflicto vasco

Interior considera «muy difícil» que ETA «vuelva a la actividad armada»

MAYKA NAVARRO
MADRID

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Hoy, cuando se cumplen dos años del último atentado de ETA en España

-el 9 de agosto del 2009 hizo explotar cuatro bombas de escasa potencia en restaurantes y bares de Palma sin causar daños personales-, el Ministerio del Interior sostiene que es «muy difícil pensar en la vuelta [de la banda] a la actividad armada, y mucho menos en el retorno a escenarios pasados». En un documento interno al que ha tenido acceso EL PERIÓDICO y que analiza los últimos ocho años de la lucha antiterrorista, los especialistas sostienen que la «eficaz actuación del Estado» en la lucha contra la organización ha conseguido «que su capacidad operativa se haya visto mermada hasta los niveles de actividad más bajos de su historia».

La última acción de ETA con bajas se produjo el 16 de marzo del 2010 en Francia. La banda siempre ha sostenido que aquella muerte no fue premeditada, sino fruto de un encontronazo con la policía francesa cuando un comando se disponía a robar varios coches en un concesionario. Aquella madrugada falleció el policía francés Jean Serge Nerín. Para los terroristas, su historial con víctimas mortales termina, por el momento, con los asesinatos de los guardias civiles Carlos Sáenz de Tejada y Diego Salvá Lezaún el 31 de julio del 2009 en Palma.

El documento analiza la estrategia del Gobierno en las dos últimas legislaturas, con José Antonio Alonso y Alfredo Pérez Rubalcaba al frente del departamento, y afirma que, fruto de la presión sobre la banda y su entramado político, ETA y quienes sustentan sus reivindicaciones se están viendo abocados a un «progresivo aislamiento, manifestándose un creciente apoyo popular contra el fin de la actividad terrorista».

SIN DINERO Y HAMBRIENTOS / El grupo armado está extenuado. En Francia apenas resisten medio centenar de terroristas que malviven del dinero que siguen cobrando de los extorsionados que en su momento pactaron pagar a plazos. Se esconden en habitaciones alquiladas y duermen en hostales de baja categoría, en cámpings e incluso en pleno monte, según han asegurado a las fuerzas de seguridad varios de los 336 etarras detenidos en los últimos cuatro años. Más de la mitad han caído durante la tregua, declarada en septiembre y ratificada en enero como alto al fuego «permanente, general y verificable». Algunos de los arrestados han detallado la precariedad de su existencia en Francia. «Lo primero que nos han pedido muchos es un bocadillo, porque están hambrientos», revela un responsable policial.

Entonces, ¿a qué espera ETA para redactar el ansiado comunicado anunciando su final? El informe no entra en esa cuestión, pero la semana pasada un alto responsable policial se mostraba contundente al respecto: «Nunca se irán a cambio de nada. Y ahora mismo solo tienen los presos para negociar. Armas por presos. Solo pueden aspirar a eso».

PERIODOS NEGROS / La ofensiva policial, la cooperación internacional y la unidad de los partidos ha dejado a la banda noqueada y sin capacidad, como sostienen los analistas, para regresar a la lucha armada. «Y menos a escenarios pasados, como cuando ETA alcanzó su máxima capacidad operativa, en los periodos 1978-1980, con 234 muertos, y 1985-1987, con 137», prosigue el texto.

El escrito no se entretiene en detallar quién manda hoy en la organización, aunque las fuentes consultadas insisten en que el liderazgo del nuevo jefe no es como el que en su día desempeñó Garikoitz Aspiazu,Txeroki, el último gran general.

El informe sí subraya el salto que ha dado la eficacia policial contra ETA al mejorar la coordinación internacional. La banda ha dejado de ser impune en el extranjero y el sur de Francia hace mucho que dejó de ser el santuario en el que los etarras campaban a sus anchas. En estos años ha habido arrestos, y muchos, en ese país, pero también en el Reino Unido, Portugal, Italia, Canadá, Venezuela, México...

El documento está plagado de datos de detenciones e incluye una exhaustiva relación de todos los terroristas capturados en los últimos ocho años. La abogada Arantza Zulueta, arrestada el 13 de julio, cierra la lista. Está acusada de colaborar con una ETA que empezó a matar el 7 de junio de 1968 en Villabona (Guipúzcoa). La víctima fue el guardia civil José Pardines Arcay. Después llegaron 827 más.